La serie de culto que elige Mbappé para desconectar

Los primeros compases ligueros de Mbappé en el Real Madrid están marcados por la desesperación numérica: a pesar de no haber marcado ningún gol, es el jugador de las cinco grandes ligas europeas que más veces ha rematado a puerta (en 17 ocasiones). Se amontonan los comentarios, cada vez más ruidosos, sobre un jugador que, pese a la estadística anotadora, no deja de intentarlo.

El Estadio Gran Canaria acogió el último episodio de esta frustración, donde el galo volvió a no convertir ningún balón y el Madrid no pasó del empate; después del encuentro, y tras consultar una noticia que cuestionaba su rendimiento, el delantero decidió desconectar del mundo y sumirse en una serie. Ha sido El Chiringuito quien ha captado este singular momento. El francés, previamente, se come un bocadillo de jamón que venía típicamente envuelto en papel albal —no sin antes quitar la grasa blanca que tanto caracteriza al producto español— acompañado de un zumo.

La desconexión de Mbappé se materializa a través de unos cascos y 24 hours chrono, una serie norteamericana de 2001 que está protagonizada por Kiefer Sutherland y cuya trama policíaca transporta al espectador a los primeros compases del siglo XXI en Estados Unidos, profundamente marcados por la lucha contra el terrorismo. Elisha Cuthbert, Mary Lynn Rajskub, Carlos Bernard y Dennis Haysbert, entre otros, completaban un elenco de culto.

Un auténtico éxito en EEUU

Dicha producción se emitió entre noviembre de 2001 y mayo de 2010 en la cadena Fox: 192 capítulos que, a lo largo de ocho temporadas —a las que hay que sumar 24 Redemption, una precuela de larga duración de la temporada siete—, hicieron de la serie una auténtico éxito en Norteamérica. En 2013 Fox anunció su tan aclamado regreso por parte de la opinión pública, dando pie a 24: Live Another Day, que se emitió de mayo a julio de 2014. Una década después puede visionarse en Disney+.

La trama se desarrolla en Los Ángeles y versa sobre la crisis internacional que podía afrontar el país, otorgando un peligroso y gran protagonismo a unas tecnologías que, entonces de manera primeriza, se mostraban como un mundo que los diferentes gobiernos debían decidir explorar si querían hallar nuevas, modernas y sofisticadas formas de ataque. Se trataba, al fin y al cabo, de una serie norteamericana que, tras los acontecimientos del 11S, exponía la lucha incesante de la Unidad Contra Terrorista para proteger a los Estados Unidos.

Fue un auténtico éxito. Se alzó con el Globo de Oro a Mejor Serie de Drama en 2003 y con el Emmy a Mejor Serie Dramática en 2006; cuando finalizó su octava temporada, la serie se había convertido en la producción de temática de espionaje más larga jamás emitida en el país. Mbappé decidió evadirse de la realidad y lo hizo, a todas luces, con buen juicio.

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