Televisión

La nueva vida de Ania Iglesias, finalista de ‘Gran Hermano 1′ tras sus tres enfermedades graves

La que fuera uno de los primeros rostros conocidos del programa de convivencia ha padecido anorexia, cáncer y talasemia, aunque no pierde la sonrisa.

La nueva vida de Ania Iglesias, finalista de ‘Gran Hermano 1′ tras sus tres enfermedades graves

El siglo XX se despidió pocos meses después del estreno de un formato televisivo que terminaría siendo una revolución en el panorama del entretenimiento nacional. ‘Gran Hermano 1′ empezó a emitirse en Telecinco en abril del 2000 y, casi un cuarto de siglo después, todavía sigue televisándose en la misma cadena.

Uno de los rostros más conocidos de esa primera edición es el de Ania Iglesias. La vallisoletana, que tenía 29 años cuando entró a la casa de Guadalix de la Sierra y trabajaba como modelo, perdió en la final pese al gran apoyo que tenía de la audiencia contra Ismael Beiro, a la postre ganador del formato.

Alejada de la televisión, la vida de Iglesias cambió por completo. Sobre todo, por unos problemas de salud que le han perseguido desde prácticamente poco después de saltar a la fama y que se han cebado sobre ella de una manera o de otra. Primero tuvo una grave anorexia nerviosa que requirió de un importante tratamiento médico.

Cuando Ania Iglesias volvía a hacerse hueco en los platós de televisión y hacía sus pinitos como actriz en teatros, un cáncer de útero se topó en su camino. Gracias al buen hacer de los médicos, Iglesias consiguió recuperarse de la dolencia, aunque más tarde se le detectó una talasemia, una patología que implica tener glóbulos rojos más pequeños de los habituales y que se ve expresada en problemas a la hora de circular el oxígeno por el cuerpo.

Este último problema médico es de origen hereditario y crónico, por lo que la exconcursante de ‘Gran Hermano’ tiene que seguir una serie de recomendaciones para evitar “cansancio extremo, mareos y taquicardias” que sufrió durante la etapa previa a conocer su diagnóstico. “Tengo que cuidar la alimentación, tomar hierro y puede que someterme a alguna transfusión”, contó en una entrevista.

Víctima de malos tratos

El infierno de Ania Iglesias no se puede reducir únicamente a sus problemas de salud, pues también fue víctima de malos tratos en una relación pasada, tal y como ella misma contó en una entrega de ‘Fiesta’. Además, se enteró de que su pareja le había sido infiel gracias a la advertencia de mujeres a las que no conocía que le contaban aventuras que habían tenido con el hombre.

No obstante, a tenor de lo publicado en una cuenta de Instagram donde deja interesantes reflexiones sobre el sentido de la vida, Iglesias parece haber encontrado una nueva pareja con la que disfrutar de una relación sana. “Eres el hilo que sujeta mi cometa a la Tierra. Has creado un sueño imposible”, le dedicó al hombre con el que ahora comparte su vida y su afición por el Atlético de Madrid.

En la actualidad, Ania trabaja como actriz en obras de teatro de todo tipo y, cuando no está entre bambalinas, disfruta de su otra gran pasión: la medicina estética. Trabaja en dos clínicas en Madrid y asegura haberse formado con “destacados profesionales y grandes maestros”.

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