La decisión más dura de Colin Farrell: interna a su hijo en un centro
El intérprete irlandés ha confesado a ‘Candis’ que ha optado por este camino para que su retoño, quien padece síndrome de Angelman, se encuentre “en un ambiente de bienestar”.
Colin Farrell es un viejo conocido del séptimo arte y uno de los actores irlandeses más prolífico del siglo XXI. Su trayectoria en el cine independiente y en el de taquilla, encumbrada con cintas como Almas en pena de Inisherin o In Bruges, además de una considerable lista de premios y nominaciones, avalan tal afirmación y dan sentido al eco mediático de su imagen pública. No obstante, su vida privada está lejos de caminar por el mismo sendero, motivo por el cual ha sorprendido y paralizado todos sus seguidores con sus recientes palabras sobre su hijo James.
Abrió su corazón por primera vez el pasado mes de agosto, cuando reconoció que su retoño padece el síndrome de Angelman, una enfermedad genética que provoca una discapacidad en el desarrollo y, con ella, numerosos problemas cognitivos, de equilibrio y hasta en el habla. “James ha trabajado muy duro durante toda su vida. Estas dos décadas han sido repetición tras repetición y luchar contra su caminar espasmódico. Cuando empezó a comer solo por primera vez, al final, su cara parecía la de un cuadro de Jackson Pollock. Pero hoy consigue comer de maravilla. Y estoy orgulloso de él todos los días, porque creo que lo que hace es mágico”, dijo en aquel momento a People.
Ya entonces confesó que se acercaba una época difícil porque su hijo se encontraba a punto de cumplir 21 años y “todas las medidas de seguridad implementadas, como las clases de educación especial, desaparecen”, siendo visto a ojos del Gobierno de Estados Unidos como “un adulto más que debía integrarse y que iba a tener una tendencia a quedarse atrás”. Ello hizo que tomase la decisión de crear una fundación para luchar por “los derechos de las personas con discapacidad intelectual”.
“Es un tema complicado”
Meses después, ha actualizado la situación de su hijo en una entrevista para la revista Candis en la que ha asegurado que, tras reflexionar con su exmujer y madre de James, Kim Bordenave, han tomado la dura decisión de internar a su hijo en un centro de cuidados a largo plazo. “Es un tema complicado. Algunos padres dirán ‘quiero cuidar a mi hijo yo mismo’ y yo respeto eso... Pero, para mí, sería un horror si me da un infarto mañana y, que Dios no lo quiera, la madre de James tenga un accidente en coche...”, ha apuntado, haciendo breve la explicación con la consecuencia de dicho escenario: “Mi hijo estaría solo”.
Ha sido por este motivo por le que Farrell ha decidido tomar este camino. “Si todo lo que he mencionado ocurriese. James quedaría bajo la tutela del estado. No tendríamos ni voz ni voto. Así que lo mejor es situarlo en un ambiente de bienestar y, mientras aún estamos vivos y con salud, visitarlo y sacarlo cuando podamos”, ha agregado.
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Se trata de una dura decisión para, en definitiva, “que encuentre un sitio donde pueda tener una vida plena y se sienta conectado, donde pueda salir todos los días, pueda ir a la playa, visitar museos y ver películas”.
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