Kiko Rivera se abre en canal como nunca y se olvida de Isabel Pantoja: “Es la verdadera culpable de que yo hoy siga vivo”
El DJ ha compartido una carta abierta en su cuenta de Instagram donde ha repasado algunos de los peores momentos de su vida.
Kiko Rivera le ha dado la bienvenida a 2025 con una confesión en toda regla. El DJ y productor musical ha compartido una carta en su cuenta de Instagram donde ha hablado abiertamente de alguno de los episodios más traumáticos que ha vivido y de los aprendizajes que ha sacado de todos ellos.
“Hubo una persona que después de mucho tiempo decidió cambiar”, comenzó Rivera en lo que podría decirse que es un buen resumen de los episodios que relata. El hijo de Isabel Pantoja y el malogrado torero ‘Paquirrí’ acompañó a la publicación con dos decenas de fotografías de toda su vida.
“La niñez fue tremendamente guapa. Así debería ser la de todos los niños del mundo, aunque con una ausencia muy grande desde muy pequeño”, prosiguió recordando la muerte de un padre al que tiene muy presente en sus fotografías. “Llegó la adolescencia y, con ella, la mayoría de edad. ¡Qué gran cambio! Podía hacer lo que quisiera. Salir y entrar a mi antojo. Incluso me independicé con 18 años. Fue ahí donde empecé a gastar dinero y entrar en malas costumbres que casi acaban con mi vida, además de arruinarme económicamente”.
Con 27 años, “inmerso todavía en la mala vida”, Kiko tuvo su primer hijo fruto de su relación con Jessica Bueno. De ese momento, Rivera asegura que fue “una noticia feliz” pero recalca que “no estaba preparado para algo tan sumamente importante”. “La mala vida continuaba y volví a arruinarme una vez más”.
En ese momento, Rivera ensalza el cambio que supuso para él la llegada a su vida de su mujer, Irene Rosales, de quien abiertamente dice que es la “verdadera culpable de seguir hoy vivo”. “Es mi ángel de la guarda y nunca podré agradecer todo lo que ha hecho y sigue haciendo por mí. Pero pese a eso, yo ya había tocado fondo en la mala vida y no fueron unos años muy fáciles”. El nacimiento de sus otras dos hijas fue el punto de inflexión para “entender un poco más lo que significaba ser padre”.
Ese Kiko Rivera resumido en unas breves frases “ya no existe”. “Decidí hacer el cambio definitivo y pasar a llevar una vida más saludable convirtiéndome en mejor padre y marido. Dejé atrás la mala vida, el alcohol y las drogas y me sometí a un necesario tratamiento psicológico. Ahora soy más responsable en mi día a día y en mi trabajo. Con eso llegaron los éxitos personales y laborales y, aunque no he podido recuperar todo lo que malgasté económicamente, he ganado mucho en calidad de vida”.
Felicitando el 2025 a todos sus seguidores, Kiko Rivera termina su carta asumiendo tener una experiencia vital suficiente como para poder enseñarle a sus hijas qué es lo que está mal en la vida. “A lo mejor no soy una persona que le pueda enseñar a mis hijos qué camino deben elegir en sus vidas, pero sí sé cuál no deben escoger”.
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