El profesor que deslumbró en ‘Operación Triunfo’ y ahora lucha por sobrevivir: “Ya no puedo pagar el alquiler”
Lawrence De Maeyer, quien fuera el primer maestro de baile del programa, y su esposa Tatiana Kovshova, han sido desalojados del terreno que ocupaban.
La primera edición de Operación Triunfo supuso toda una revolución, en lo que audiencias se refiere, por su gran éxito, pero también para la vida de los jóvenes que participaban en el reconocido talent musical, así como para sus profesores. Todos ellos se volvieron famosos de la noche a la mañana. Y aunque algunos han podido mantenerse en la cima, como son los casos de David Bisbal, David Bustamante o Chenoa, y también de la polifacética Nina, entre otros, lo cierto es que no todos pudieron aprovechar ese trampolín.
Es el caso del profesor de baile de las dos primeras temporadas del concurso, Lawrence De Maeyer, quien, junto con su esposa, Tatiana Kovshova, está viviendo una dramática situación en lo personal, tal como él mismo revelaba hace unos días en La Vanguardia. Y es que la pareja, acuciada también por la crisis de la vivienda, ha sido desalojada de un solar del Ayuntamiento de Barcelona ubicado entre el pasaje Boné y la calle Lepant en el que habían construido su hogar.
Con un retrete portátil y unas placas fotovoltaicas, levantaron allí su hogar, compuesto por un dormitorio y una cocina. Sin embargo, el 30 de octubre unos agentes de la Guardia Urbana acudieron al lugar para desahuciarlos, ya que allí se va a construir un ambulatorio. Y ya no pudieron volver.
“Unos técnicos nos ofrecieron una noche de alojamiento, pero preferimos acercarnos a casa de unos amigos. Afortunadamente, ya estaba guardando nuestras cosas en un trastero. Sabíamos que estaban preparando nuestro desalojo, pero pensábamos que nos avisarían con más tiempo, que nos darían un poco de margen”, explica la mujer del profesor.
Nueva vida
De Maeyer cuenta al periódico catalán que se encuentran en una situación complicada por los precios de los alquileres, pero que él estaría dispuesto a pagar por una casa modesta y reformarla él mismo: “Ahora estoy trabajando como jardinero. Voy y vengo por diversas localidades del área metropolitana. Hice una formación. Pero mis contratos son temporales. Tengo muchas dificultades para alquilar un piso de una manera convencional. Pero cuando Tatiana se opere el tobillo podrá volver a trabajar con regularidad. Ahora es que no puede estar de pie muchas horas...”.
Un giro de guion en la vida que prometía que iría por otros caminos más ligados a la música: “Tengo muy buenos recuerdos de todos aquellos muchachos, de todos. ¡Tenían tantas ganas de aprender! El ambiente era maravilloso. Y en la segunda edición trabajé como coreógrafo. Fue una gran experiencia. Pero allí lo que hacíamos era un programa de televisión, y yo era bailarín. En realidad no es lo mismo. Quizás debí haber sido más espabilado, quizás fui un poco ingenuo…, pero quise continuar con mi carrera”.
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“Bueno, la crisis me cogió de nuevo en Barcelona, impartiendo clases en varios lugares…, y de repente la gente dejó de pagar para aprender a bailar, y las academias comenzaron a cerrar, y dejaron de contratarme. Aquello fue muy duro. Ahora estamos bien. Estuvimos muy mal, me costó mucho asumir todo lo que me estaba pasando ¡dejé de salir en el New York Times! Me había hecho mayor, todo el mundo me decía que no me podía pagar, hace cinco años nos quedamos en la calle…, pero descubrí las plantas, estudié durante tres años, acepté que tenía que iniciar una nueva vida, me hice jardinero, empecé a trabajar de esto en el 2023”, agrega.
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