El episodio en la vida de Isabel Pantoja que la cantante quiere borrar de su memoria

Isabel Pantoja es una de las mayores estrellas que ha dado nuestro país en tiempos recientes. Su simple figura despierta por igual pasión y rechazo, y también genera grandes debates debido a los muchos episodios que han ocurrido a la largo de la vida de la tonadillera, entre los que destacan la virginidad con la que llegó al altar, las relaciones controversiales o el enfrentamiento con sus dos hijos.

Sin embargo, el episodio más oscuro en la vida de Isabel Pantoja tiene que ver con su entrada a prisión en el año 2014, momento del que se van a cumplir en pocos días diez años y que, por seguro, permanecerá toda la vida en la mente de ‘La Pantoja’ y en la retina de los cientos de miles de españoles que presenciaron ese momento.

Todo ocurrió el 21 de noviembre de 2014 a las 7.55 horas, Isabel Pantoja era acompañada por dos funcionarias de prisiones que la acompañaban en su entrada a la cárcel de Alcalá de Guadaíra, en la ciudad de Sevilla, donde la artista tenía que cumplir una condena de dos años por un delito de blanqueo de capitales. Además de la condena de cárcel, también fue condenada a pagar una multa de 1.147.000 euros.

Isabel Pantoja vivió ese momento con su melena recogida en una coleta, gafas de sol de gran tamaño, un abrigo largo negro y un gran bolso. Elementos con los que la cantante recorrió, con paso firme, la cabeza alta y la vista al frente, el corto trayecto que había entre el coche y la puerta de la prisión. Una actitud que mostraba fuerza y confianza ante lo que tenía que hacer frente.

Tras pasar por las puertas de la cárcel de Alcalá de Guadaíra, dio comienzo uno de los periodos más complicados de la vida de ‘La Pantoja’, del cual se va a cumplir una década y del que ‘La Pantoja’ todavía no ha tenido el valor de pronunciarse con total sinceridad. El 2 de marzo de 2016, año y medio después de su entrada en prisión, fue liberada tras cumplir dos tercios de la condena que le había sido estipulada.

Los supuestos privilegios de Isabel Pantoja entre rejas

Durante su estancia en la cárcel de Sevilla, muchos rumores aseguraban que la cantante disfrutaba de cierta protección y privilegios. Nunca fue considerada una reclusa al uso y despertaba una gran fascinación entre sus compañeros, los cuales ayudaban a la artista a hacer algunas de las tareas diarias que tenían asignadas.

La tonadillera no solía comer en el comedor, pocas veces salía al patio y mantenía la mayor parte de su tiempo ocupado participando en diversos talleres y manteniendo largas charlas con la directora del centro penitenciario. Esta “buena vida” de Isabel en la cárcel hizo que llegara a su primer permiso penitenciario, llevando ya seis meses encarcelada, algo más delgada, pero muy sonriente, como si en lugar de estar en la cárcel hubiera estado en un retiro espiritual.

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