El emotivo mensaje de David Bisbal a su padre: “Volveremos a recordar viejos tiempos”

La vida de David Bisbal es todo lo que ocurre detrás de su carismática sonrisa. El cantante almeriense, que saltó a la fama hace más de dos décadas tras su paso por aquella edición de Operación Triunfo a la que una varita mágica tocó, es uno de los principales rostros de la industria musical española. Cuando saltó a la pequeña pantalla como parte del equipo de coaches de La Voz, también fue notable su éxito —no es tarea sencilla lucir de manera tan singular frente a la cámara—. Bisbal son sus discos, los programas y las canciones. Pero, por encima de todo, es su familia.

El cantante está casado con la modelo y actriz Rosanna Zanetti, con quien tiene dos hijos. También tiene dos hermanos. Y sus padres: María Ferre y José Bisbal. La delicada situación de su progenitor ha sido noticia en más de una ocasión: padece Alzheimer. Hace unos meses, el propio artista explicaba que, aunque se encuentra bien, “desgraciadamente no se acuerda de nosotros”.

La dureza que supone desaparecer en la traducción que una persona querida hace sus recuerdos es profunda e irreparable. Sin embargo, Bisbal apuesta por la sonrisa, esa mueca tras la que se esconde su verdadero ‘yo’ —como ocurre con cualquier ser humano—, como medio para superar una tristeza desgarradora: “Uno no sabe qué piedras te puedes encontrar en el camino, pero las que me encuentre en el camino hay que sortearlas”.

Una felicitación cargada de emoción

Una de las muestras de este cariño como respuesta a la fría sombra del olvido se aprecia en la emotiva felicitación que el cantante le dedica a su padre por su cumpleaños. Tres instantáneas en Instagram y un texto que recogen la pureza del amor que un hijo siente hacia un padre.

“Volveremos a recordar viejos tiempos juntos, quién sabe, también volveremos a construir nuevos tiempos. Pepe, ¡feliz cumpleaños! Estás más fuerte que todos nosotros juntos”, reza la misiva, que sentencia con un “83″ que hace referencia a la edad de José.

Las instantáneas son parecidas a las que publicó en el ecuador del último estío, cuando gritaba a los cuatro vientos que “¡Qué bonitos son los besos de los abuelos!”. Son muy similares porque, en realidad, Bisbal no sabe mirar a su padre sin que sus ojos brillen de ilusión, admiración y cariño.

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