Así fue la detención de Carlos Navarro ‘El Yoyas’ tras año y medio fugado: “Costó entrar”
Un agente de policía recuerda en ‘Equipo de investigación’ cómo fue el momento de entrar en la vivienda en que estaba prófugo.


El 24 de noviembre de 2022 Carlos Navarro, conocido popularmente como ‘El Yoyas’ desde su paso por ‘Gran Hermano 2′, tenía que presentarse ante la justicia para comenzar a cumplir su condena por agresiones contra Fayna Bethencourt y los hijos que tuvo con esta. El que fuera el primer expulsado de forma disciplinaria de la historia del formato emitido en Telecinco fue sentenciado a cinco años y ocho meses de prisión por maltrato habitual y lesiones contra su expareja y compañera de concurso, pero optó por no acudir a su cita en prisión y se convirtió en fugitivo. Estaría prófugo un año y medio.
Su fuga copó titulares durante meses mientras Fayna temía por su integridad y se desataban todo tipo de teorías sobre el paradero del catalán. Investigadores de la policía trabajaron sin descanso para dar con él, pero no sería hasta mucho tiempo después cuando lo encontraron en una urbanización apartada de Barcelona donde su padre tenía alquilada una vivienda. Desde ‘Equipo de investigación’ han reconstruido el momento de la detención revelando nuevos detalles del estado de ‘El Yoyas’ y cómo reaccionó cuando los agentes descubrieron su escondite.
📞 “Yo por un hijo corro los riesgo que haga falta, doy la vida. Puedes encubrir a tu hijo perfectamente porque la Ley no te puede hacer nada.
— Equipo de Investigación (@EqInvestigacion) March 7, 2025
Por supuesto, sabía que tenía que llegar el día…”, afirma el padre de Carlos mientras él ya cumple condena.#EquipoElYoyas pic.twitter.com/ERxGrb4lIk
Cuando diferentes investigadores pusieron el foco en esa casa descubrieron que todas las persianas estaban bajadas como si estuviera inhabitada, pero un detalle con dos perros llama su atención: “Esos perros estaban 24 horas allí con aspecto de estar bien cuidados, con lo que deberían estar bien atendidos, alimentados por alguien. Pudimos confirmar, y para eso la víctima también nos pudo ayudar a saber que los dos habían compartido esos perros y además y él tenía un fuerte apego hacia ellos”, detalla una agente para el programa que se emite en LaSexta.
Las autoridades nunca vieron entrar o salir de la vivienda al fugitivo y tampoco pudieron confirmarlo con herramientas de visión térmica, pero sí ayudaron las sospechosas visitas familiares: “Entraban con bolsas, podían ser de productos alimenticios, y la salida la realizaban con bolsas que eran de basura. Y el tiempo que trascurría era de horas, y para que se generen esos residuos tiene que estar alguien viviendo en el interior”.
💜 “Vivo libre y tranquila, ahora sé dónde está esta persona. Esta condena no es para siempre, la condena carcelaria. Pero mi condena, de alguna manera, sí.
— Equipo de Investigación (@EqInvestigacion) March 7, 2025
Yo soy el claro ejemplo de que se puede volver a ser feliz”, afirma Fayna.#EquipoElYoyas pic.twitter.com/fqh3CRlTKw
Tras año y medio de fuga, Carlos Navarro es sorprendido en dicha vivienda por la policía: “Se apoyó en la puerta en el momento de la entrada, era una puerta de seguridad y costó entrar. Pero no hubo resistencia física una vez estábamos en el interior”, recuerda el agente.
‘El Yoyas’ estaba en chándal y notablemente más delgado, pero había dispuesto diferentes medidas de seguridad para evitar su detención: “Tenía una ventana metálica que estaba siempre cerrada por la zona exterior y por la zona interior tenía una cortina opaca. La iluminación que tenía en el domicilio era a través de focos que estaban enfocados hacia el interior, es decir, nunca se observó ni un atisbo de luz en el exterior. Además, tenía información de cómo trabajaban las fuerzas y cuerpos de seguridad, dado que su padre era policía”.
Una testigo le vio en un bar
El hermetismo que creó en esa vivienda no duró ese año y medio entre la cita para entrar en prisión y su detención por las fuerzas de seguridad, sino que existe una testigo que afirma haber visto a Carlos Navarro en su bar en una estación de tren. “Se pidió un café por aquí, de hecho tengo la grabación y las cámaras te las puedo enseñar”, confiesa Esther ante los micrófonos de ‘Equipo de investigación’.
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“Iba mal vestido y con el pelo sucio, con barba. Y pidió rápido y hubo unas miradas entre la mujer que estaba sentada aquí. Le metió prisa para cobrar y para irse”, continúa. La testigo asegura que rápidamente buscaron a alguien de seguridad para informarle, pero rápidamente el fugitivo ya estaba caminando por el andén “hacia una zona que no hay nada”.
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