Ares Teixidó, sobre la última actualización de su enfermedad: “Todavía no me lo creo”
La presentadora catalana ha confesado entre lágrimas de alegría y emoción la importante intervención a la que ha sido sometida.
La vida de Ares Teixidó cambió para siempre hace siete años. Su diagnóstico de diabetes tipo 1 le hizo sentir que jamás volvería a ser la misma por el grado crónico de su enfermedad, así como por todo lo que modificaba su día a día dicha afección. Superó el shock inicial, pero, desde entonces, ha convivido con un miedo intrínseco que no ha podido eliminar, quizá, hasta ahora.
A través de una publicación de Instagram ha decidido abrirse en canal la catalana. “Aun no me lo creo”, adelanta, revelando el motivo directo de su post y, al mismo tiempo, la importancia emocional de la intervención que ha desvelado: “No solo me puse una bomba de insulina, sino que cumplí uno de los sueños que tenía desde que me diagnosticaron diabetes T1 hace casi siete años: vivir con menos miedo y más libertad”.
“No sabéis cuánto lo necesitaba”
“Este paso significa tantísimo para mí... Confiar, soltar, aprender a cuidarme de otra forma y, por encima de todo, mejorar mis controles y mi calidad de vida”, se hace transparente, otorgando a los avances médicos un valor en el bienestar que, quizá, en ocasiones pasa desapercibido: “Porque a veces la tecnología no es solo un avance: es la oportunidad de volver a empezar. Y no sabéis cuánto lo necesitaba”.
Fue un géiser de sensaciones durante todo el proceso: entró a la clínica “con muchos nervios y salí con una sonrisa y lágrimas de emoción”. Luego agradeció a las personas que le habían tratado “por convertiros en mucho más que doctor y educadora diabetológica: por ser confianza, cariño y calma en cada palabra y en cada gesto. Por vuestras manos, vuestras palabras y por hacer que este cambio tan grande, a vuestro lado, parezca incluso fácil. En vuestras manos todo pesa menos, incluso los miedos”.
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La bomba de insulina que ahora lleva es, como dice, una dosis constante de tranquilidad: administra dicha hormona de manera continua y controlada (simulando un páncreas), mejorando el control glucémico y, en suma, el bienestar. Hace siete años cambió la vida de Ares Teixidó; hoy, también.
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