Aitana habla por primera vez de su depresión: “Me cuesta mucho”

Aitana Ocaña, quien fuera concursante de Operación Triunfo, convertida ahora en cantante de fama mundial, ha reflexionado acerca de las consecuencias de este éxito global que la hace ir acompañada a todas partes de un séquito de personas y le impide hacer vida normal: “Mi vida no es así todo el tiempo, sería muy raro, gran parte cuando estoy trabajando sí, cada vez somos más”, decía a Carles Francino durante una entrevista en La Ventana (Cadena SER) para promocionar su documental, que ve la luz en Netflix el próximo 28 de febrero.

La cantante ha explicado que sufre con la fama porque le da “mucha vergüenza”. “Lo paso mal, lo digo en el documental también, no me gusta llamar la atención, soy muy vergonzosa en el fondo”, decía la artista catalana, cuya vida se retrata en Metamorfosis, que en principio iba a ser un trabajo acerca de su actuación en el Santiago Bernabéu, pero, tras posponerse esta, se centró en su día a día.

“A mí no me gusta que la gente piense que paso por el medio del pueblo [es natural de San Climent de Llobregat (Barcelona)] para hacerme la guay”, revela, y habla sobre el alboroto que tuvo lugar allí en junio: “Pillamos un fin de semana de feria, que yo no lo sabía, y la liamos un poco sin darnos cuenta”.

Y habla también por primera vez acerca de su “etapa complicada” por la depresión, de la que parece encontrarse ya mejor y sobre la que se sentía incluso culpable de sufrirla al compararse con un primo suyo que se dedica a la obra y llega a casa todos los días con dolor de espalda: “¿De qué me voy a quejar yo? Pero creo que es importante hablar de esto. Me cuesta mucho decir estas cosas, no por sacar mi vulnerabilidad a relucir, sino por el problema que puede verse desde fuera, que es del primer mundo”.

La presión

Aitana habló también de la presión que supone para ella salir al escenario a actuar: “Siento que todas las inseguridades que tengo fuera no las puedo poner en juego ahí encima, me quito de muchas tonterías que tengo en mi día a día. La gente ha pagado por venir a verme y no puedo fallar lo más mínimo porque no sé lo que les ha costado conseguir la entrada, cuánto han tenido que trabajar o cuánto les ha costado venir desde otra ciudad”.

¿La primera vez que dio un concierto? “Fue en Murcia, en 2019, tenía 19 años. OT fue brutal, pero estaba tres minutos, salía, y luego volvía a entrar. No era estar dos horas ahí y con la gente verme solo a mí. Ahora veo conciertos míos y me da vergüenza, se nota la diferencia, me da ternura porque no había pisado un escenario en mi vida. Vengo de Sant Climent de Llobregat y no había visto un famoso en mi vida, nadie de mi familia se dedica a esto… Yo no sabía por qué yo, era muy fuerte para mí”.

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