EUROVISIÓN JUNIOR 2023
Zoé Clauzure (Francia), ganadora de Eurovisión Junior 2023 y Sandra Valero queda segunda
Francia ha sido el ganador de la 21ª edición del Festival de Eurovisión Junior. Sandra Valero, la representante española, ha conseguido un meritorio segundo lugar.
Sandra Valero ha obtenido un magnífico segundo lugar en el 21º Festival de Eurovisión Junior. La cantante valenciana se ha quedado con la miel en los labios, pues solo ha sido superada por una espectacular Zoé Clauzure. La candidata francesa, que ha brillado con luz propia desde encima de su piano, ha conquistado a la audiencia y al jurado con un mensaje contra un acoso escolar que ella misma ha sufrido. Armenia, con su apuesta K-Poper, ha quedado en tercer lugar.
La propuesta española tenía la siempre complicada tarea de abrir las actuaciones. Sin embargo, Sandra Valero ha sido capaz de efectuar una de las mejores actuaciones, tal y como ha demostrado más tarde la audiencia con sus votos. Lastrada por la ausencia de puntuaciones de países que tradicionalmente son afines en estos formatos como Portugal, España no ha podido llegar a un triunfo que ha mantenido de forma provisional hasta que Francia la ha superado con su ‘televoto’. Georgia, Italia, Francia y Estonia son los países que han premiado el ‘Loviu’ de Valero con 12 puntos.
Niza ha festejado el certamen más importante de la música europea en su versión para niños de entre 8 y 15 años de edad. Un evento en el que los participantes han cantado a todo el continente sus letras y sus estilos musicales. Ritmos nacionales de todo tipo y profundos mensajes sobre la amistad, el amor, el acoso escolar, la integración de las personas con discapacidad o la paz mundial en una etapa con varias guerras en liza han sido emitidos en las dieciséis actuaciones participantes.
Sin premio en metálico
Al igual que sucede en la versión adulta de Eurovisión, el premio por ganar el concurso es un micrófono de cristal, aunque en versión mini. Además, como ocurre con los mayores, no existe ninguna remuneración económica para los artistas que logran el triunfo y, por ende, tampoco para los que quedan en puestos altos de la clasificación.
No obstante, la ausencia de dinero en metálico para los triunfadores de la tarde no es un argumento para que decaiga la participación, puesto que la trascendencia musical de las actuaciones alcanza un ámbito europeo y los artistas alcanzan una gran repercusión tanto en las plataformas digitales como en las redes sociales y en las televisiones nacionales, que promocionan a sus candidatos durante las semanas previas al evento. Que se lo digan, si no, a Lissandro. El ganador de la anterior edición del certamen ha vuelto a actuar en el festival que le parapetó a la fama convertido ya en una de las estrellas de la música francesa actual.
Por todo ello, al final la suma de dinero ingresada entre las giras posteriores y los derechos de autor por las canciones escritas puede llegar a ser mucho más interesante económicamente para los participantes. El otro premio que estaba en juego era ser el país organizador en Eurovisión Junior 2024, un evento que, salvo sorpresa de última hora, volverá a celebrarse en Francia por tercera vez desde 2021.