Eto’o llega a un acuerdo con su hija por manutención impagada tras cinco años de juicios
El exfutbolista abonará cerca de 90.000 euros por pensiones de manutención impagadas a su hija, Erika do Rosario Nieves, reconocida judicialmente en 2022.
Erika do Rosario Nieves fue reconocida judicialmente en febrero de 2022 como hija de Samuel Eto’o. Un reconocimiento por el que abrió un proceso judicial en el año 2018, y que le ha llevado incluso a solicitar una pena de cárcel de un año por impago de su manutención, y es que siempre ha renegado de ella.
Sin embargo, después de cinco años inmersos en un proceso judicial, Eto’o y su hija de 24 años han llegado a un acuerdo para el abono de cerca de 90.000 euros por pensiones de manutención impagadas. Un acuerdo “satisfactorio” para ambas partes, como ha señalado el abogado de la joven, Fernando Osuna, a la agencia ‘EFE’.
Todo se ha conseguido cerrar en una semana llena de negociaciones que ha concluido con el ingreso del dinero acordado en la cuenta corriente de Erika, que en 2018 presentó una demanda por la pensión de manutención de 1.400 euros mensuales.
El abogado de Erika ha aprovechado su oportunidad para pedir a “otros padres” en la misma situación que “no eludan su responsabilidad e intenten llegar a acuerdos con sus hijos, porque ellos no pueden pagar errores del pasado, y hoy en día la Justicia está muy concienciada con estos temas y los hijos siempre terminan ganando estos casos”.
Eto’o nunca reconoció a su hija, hasta ahora
Erika nació fruto de las relaciones que mantuvo el exfutbolista con su madre, Adileusa, en una discoteca de Madrid en el año 1997, cuando éste jugaba en el CD Leganés, y tras presentarles un amigo en común. Un año después, la mujer le dijo al jugador que estaba embarazada de él, quien le respondió que “actuaría forma responsable respecto al hijo común, aunque prefería que no tuviera al niño”. Además, “durante el embarazo intentó comunicarse con el futuro padre, pero éste no contestó a sus llamadas telefónicas ni a sus correos”.
Posteriormente, Erika acabó naciendo en 1999 en el hospital de la Fundación Alarcón de Madrid cuando Eto’o jugaba en el RCD Espanyol, sin que el futbolista llegase a reconocerla. Un tiempo hasta ahora en el que la joven ha ido aportando pruebas biológicas para hacer que el juez admitiese la demanda.