Lourdes Treviño, arquitecta: “Las casas pasivas reducen ese impacto de forma drástica sin depender de tecnologías”
La experta apuesta por este tipo de viviendas, que reducen de forma considerable el precio de la factura energética, ya que mantienen la temperatura.


Las casas pasivas se han convertido en una referencia en cuanto a construcción sostenible y eficiencia energética, ofreciendo un modelo de vivienda que prioriza el confort, la salud y el ahorro a largo plazo. Su principal característica es la capacidad de mantener una temperatura interior agradable durante todo el año con un consumo energético mínimo, lo que se consigue mediante un diseño cuidadosamente planificado y una ejecución técnica precisa.
La arquitecta Lourdes Treviño, fundadora de Freehand Arquitectura, aboga por este tipo de construcciones: “Combinan responsabilidad medioambiental, bienestar y ahorro económico. El sector de la construcción es uno de los mayores emisores de CO₂ y las casas pasivas reducen ese impacto de forma drástica sin depender de tecnologías frágiles ni de tendencias pasajeras. Además, responden a una demanda social creciente: buscamos vivir con confort, pero sin despilfarrar energía ni recursos”, explica en una entrevista con la revista Interiores.
“El verdadero lujo está en la experiencia: silencio, temperatura estable, aire limpio y sin alérgenos, ausencia de corrientes, luz natural bien planificada. Hoy el lujo no es la estética opulenta, sino una arquitectura que cuida del bienestar físico y mental de quien la habita”, agrega.
Inversión
Treviño destaca que, pese al esfuerzo económico que se ve de primeras, este tipo de viviendas son rentables: “Aunque la inversión inicial sea ligeramente mayor que en una construcción convencional —principalmente por el aislamiento y las ventanas—, parte de ese sobrecoste se compensa porque las viviendas pasivas requieren máquinas de climatización de mucha menor potencia, lo que reduce de forma importante el coste de la instalación. Por eso, el incremento final suele quedarse en torno a un 5 % o menos. Ese pequeño extra se amortiza con rapidez gracias al enorme descenso del gasto energético”.
Noticias relacionadas
“En obra nueva, la recuperación de la inversión está entre los 5 y 10 años; dependiendo del clima, del tamaño de la vivienda y de los hábitos de consumo. Además, una passivhaus suele tener un valor de mercado más alto y unos costes de mantenimiento muy reducidos, lo que aumenta aún más su rentabilidad a largo plazo”, agrega.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
