Los expatriados británicos abandonan España en busca de un destino soleado con un coste de vida mucho más barato
El alto coste de la vida, especialmente destacable en el precio de la vivienda, está llevando a muchos extranjeros a decantarse por un país vecino más económico.
Durante décadas, España fue uno de los destinos favoritos de los expatriados británicos que buscaban sol, buena gastronomía y una vida más relajada. Sin embargo, en los últimos años, una tendencia silenciosa pero constante ha comenzado a transformar el mapa de las comunidades británicas en el sur de Europa. Y es que muchos están dejando sus residencias españolas, u obviando directamente nuestro país, para trasladarse a Portugal, principalmente por una razón: el bolsillo.
El mayor motivo detrás de esta migración es el económico, especialmente en lo concerniente al precio de las casas. Sin ir más lejos, basta recordar que la semana pasada conocíamos que Barcelona, Madrid y Lisboa son las tres ciudades europeas donde más parte del sueldo se destinaba a pagar la vivienda.
Un problema que en España se traslada también a otras regiones típicamente receptoras de los expatriados británicos, como la costa del Sol, Alicante o Baleares, donde cada vez los extranjeros encuentran menos ahorro con respecto a sus países de origen y en las que mantener el mismo nivel de vida de hace unos años se antoja de lo más complicado.
Portugal, un destino todavía atractivo
Frente a la subida del coste de la vida en España, Portugal se ha convertido en un destino todavía atractivo para los británicos, quienes, si se le alejan un poco de las grandes ciudades, como Lisboa y Oporto, pueden encontrar precio más competitivos que en nuestro país, tanto en el mercado inmobiliario como en los gastos diarios.
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Con un presupuesto más modesto, Portugal todavía permite una buena calidad de vida y ofrece importantes servicios públicos, como el sistema sanitario. Además, la política fiscal portuguesa es más amable con los residentes no habituales que la española. Y, cómo no, el clima es fundamental para decantarse por este país, donde hay más de 300 días de sol año, con calor en verano y inviernos suaves (un poco más lluviosos en la zona del norte).
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