Entierro de la Sardina: qué es, origen y por qué se celebra después de Carnaval

Después de varios días en los que el colorido es uno de los protagonistas, el Carnaval llega a su fin y las comparsas ya piensan en los trajes del año que viene. Los pies están doloridos, la voz algo tocada y se desconoce el nivel de resaca al que pueden llegar algunos carnavaleros. La celebración de las fiestas de Don Carnal se acaban y comienza a ponerse la vista en una fiesta más solemne como la Semana Santa. Eso sí, primero hay que “enterrar la sardina”.

El Entierro de la Sardina se define como el último resquicido que queda cada año de los carnavales, una tradición repleta de ironía con la que se conmemora el fin del Carnaval y el comienzo de la Cuaresma católica. Sin duda, uno de los momentos más míticos de cada año que tiene como protagonista un entierro, una sardina y personas vestidas de luto con un gran toque de humor irónico.

¿Qué es el Entierro de la Sardina y cuándo se celebra?

El Entierro de la Sardina es una antigua tradición que se celebra en España y algunos países latinoaméricanos que se utiliza para despedir por todo lo alto el Carnaval y comenzar con las celebraciones de Semana Santa. En general, se trata de un momento de luto con cierto ambiente cómico en el que las calles se llenan de carrozas rodeadas de gente que llora por una ‘sardina muerta’. Con todo esto se quiere ironizar sobre la idea de perder la alegría que aporta una fiesta como el Carnaval hasta el año siguiente. Es decir, después del Carnaval todo vuelve a oscurecer y parece que las risas se transforman en llanto.

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Esta curiosa celebración tiene lugar cada año el miércoles posterior al Carnaval coincidiendo con el miércoles de ceniza. En esta ocasión, el Entierro de la Sardina se celebrará el próximo 2 de marzo. Mismo día en el que comienza la Cuaresma para las personas católicas. Generalmente, y sin tener nada que ver con la religión, los participantes suelen pasear el ‘cadaver’ de una sardina en un ataúd por las calles de la población en forma de parodia absoluta. Posteriormente, acaban quemando a la propia sardina en algunos casos, ya que en muchos lugares suelen guardar dicha representación para el año siguiente.

A nivel simbólico, esta celebración también representa la capacidad de la sociedad para enterrar el pasado y adquirir fuerzas para lo que le espera en el futuro. Tras un periodo de alegria y color se invita a la gente la reflexión y la tranquilidad.

Origen difícil de confirmar

Si bien el significado de esta fiesta está mas que claro, el origen es uno de los aspectos en los que pueden apreciarse diversas vertientes. El Entierro de la Sardina no se popularizó hasta el siglo XVIII, época en la que comienzan a documentarse los primeros manuscritos sobre dicha celebración. Algunas teorías apuntas que fue con el reinado de Carlos II cuando esta fiesta tomó importancia y se convirtió en una auténtica tradición para la sociedad. Todo ello, en relación a un cargamento de sardinas en mal estado que el propio monarca ordenó traer para la celebración de la Cuaresma pero que posteriormente mandó enterrar profundo para evitar que el hedor apestara toda la ciudad de Madrid.

Por otro lado, existen estudiosos que relacionan esta singular celebración con Jerónimo Grimaldi, ministro de Carlos III que fue apodado en la corte como ‘La sardina’ por su conflexión delgada. En esta vertiente, la fecha en la que Grimnaldi abandonó el Palacio Real coincidirían con el comienzo de la Cuaresma. Una despedida que el pueblo llano se tomó con humor burlándose del ministro con una mascarada.

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Cabe destacar que la tradición se mantiene en la mayoría de los lugares excepto en algunos como Murcia, donde la celebración tiene lugar después de Semana Santa (22 al 24 de abril) y es Fiesta de Interés Turístico Internacional. El cambio de fecha tiene una razón, y es que representa el triunfro de Don Carnal sobre Doña Cuaresma y el posterior entierro de la misma. Es más, en la comunidad murciana se procede a la quema de una gran falla en forma de sardina gigante y los desfiles inundan la ciudad.