CINE
Emma Stone, sobre las escenas de sexo explícito en ‘Pobres criaturas’: “Se trataba de ser fiel a la experiencia”
La actriz asevera que la existencia de estas escenas es necesaria para la perfecta construcción del personaje literario creado por Alasdair Gray.
Una de las sensaciones de cara a los Oscar 2024 nace de un libro escocés publicado hace más de tres décadas. Allá por 1992 salía a la luz Poor Things, una novela en la que Alasdair Gray mezclaba a su antojo fantasía científica con comedia y aventuras para lograr, bajo el sello de la editorial Prensa de Bloomsbury, la que fue una de las grandes sensaciones literarias de aquel año.
La trama se centraba en el complejísimo personaje de Bella Baxter, una joven hambrienta de mundo y deseos que se escapa con un abogado, un tal Duncan Wedderburn, hacia una odisea envuelta en aires de libertad. Se podría entender este libro como una especie de Frankenstein o moderno Prometeo, puesto que el periplo sentimental de Bella viene marcado por una romántica —en el sentido literario de la palabra— causa: ha sido revivida por un doctor empleando un cerebro infantil, de manera que, aunque sea adulta, su mentalidad es la de un bebé. De fondo, la Inglaterra victoriana.
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El filme de Christopher Nolan sembró un intenso debate acerca de la moralidad de estrenar la cinta en el país que sufrió los bombardeos.
El viernes 13 de octubre de 1972 se estrelló el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, iniciando así la resistencia bíblica de 16 supervivientes perdidos en el inhóspito Valle de las Lágrimas andino.
Cuando una persona tiene que aprender todo de cero el concepto de libertad se torna relativo; y las líneas que delimitan su amplitud, difusas. Siendo este el contexto, la obra ha sido llevada al cine de la mano de Yorgos Lanthimos, con Emma Stone como Bella y Mark Ruffalo como el astuto jurista.
El filme resultante ha sido una obra cuidadosamente hilvanada con sublimes críticas. También hubo quien no lo vio así, acusando a la cinta de mostrar sexo explícito; y, efectivamente, estas escenas tienen lugar dentro de la película hasta el punto de haber sido censuradas por alguna que otra sala de cine. No obstante, su existencia tiene un sentido en este puzle artístico, tal y como ha expuesto la propia Emma Stone.
“Es parte de su viaje”
En realidad son muchas y muy diversas las escenas sexuales. Desde la pasión desenfrenada en la intimidad hasta una masturbación en la mesa del comedor y ante el resto de comensales. La actriz, cuyo papel le ha valido la nominación al Oscar por Mejor Actriz, ha justificado en una entrevista para BBC Radio 4 que deben ser de esta forma porque así era el personaje literario de Bella. Y cambiarlo supondría atentar contra la trama.
“Se trataba mayormente de ser fiel a la experiencia de Bella. El sexo es obviamente una parte enorme de su experiencia y de su crecimiento, como creo que lo es para la mayoría de las personas en la vida”, ha explicado Stone, consciente de que aquello construía el personaje de Bella “completamente libre y sin ningún tipo de vergüenza sobre su cuerpo”.
A todas las voces críticas les pide, en definitiva, que aprecien la labor puramente artística que hay en ese tipo de escenas. Se trata de un ejercicio de fidelidad cinematográfica, de un puente entre el cine y la literatura. “No soy una persona que quiera estar desnuda todo el tiempo, pero sí soy alguien que quiere honrar al personaje tanto como sea posible”, ha aseverado, detallando que las relaciones sexuales son para la joven Bella un aprendizaje más, del mismo peso que viajar o bailar. En palabras de Stone: “es parte de su viaje”.