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El radical cambio físico de Quim Gutiérrez para rodar ‘El cuerpo en llamas’

El actor barcelonés contó con la ayuda de un nutricionista y de un entrenador personal, que crearon una dieta y una rutina efectiva para lograr el objetivo en tiempo récord.

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Desde que el llamado ‘crimen de la guardia urbana’ aterrizase en Netflix de la mano de Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez, bajo el título de El cuerpo en llamas, este negro episodio se ha mediatizado hasta el punto de llevar a la primera plana informativa sujetos como Rosa Peral y debates que hace tiempo quedaron sellados bajo sentencia firme. No era tarea sencilla realizar un frágil trabajo como este; para ello todo debía estar atado y bien sujeto: escenarios, guion y, sobre todo, personajes. En esta línea, los intérpretes protagonistas tuvieron que adoptar los papeles de la propia Peral y de Albert López. Para encarnar al segundo, Gutiérrez se sumió en el reto físico de ganar ocho kilos de músculo. Y lo consiguió.

En la serie se ve cómo se va gestando el loco amor entre Rosa y Albert, compañeros de patrullas en la ciudad condal, que hacían de las noches el patio de juegos en el que, persecución tras persecución y mantero tras mantero, daban rienda suelta a su imaginación. Rosa se vuelve casi una obsesión para él. Fuera de la comisaría, el personaje que interpreta Quim distribuye las horas entre sexo y entrenamiento. De la cama de Úrsula Corberó al gimnasio. Su cuerpo debía acompañar en credibilidad los hábitos de su personaje.

Dieta estricta y rutina de hipertrofia

Para ello contó con ayuda y superó inconvenientes. Buscó el consejo de un nutricionista profesional y de un entrenador personal. Según el propio actor ha indicado, el primer experto elaboró una dieta protagonizada por batidos de proteínas que empujaban a Gutiérrez a “comer como un animal”. Esto hacía que tuviera muchas calorías que quemar y poco tiempo para hacerlo. Y aquí entraba el segundo experto, contratado para convertir las horas de ejercicio en el cincel que esculpe un cuerpo hercúleo.

Lo que hizo se conoce dentro de los gimnasios como hipertrofia. El actor echó guante del boxeo en su rutina y de los entrenamientos de fuerza para aumentar su masa muscular; para ello sometía a los propios músculos a una alta tensión con el fin de que el tejido más débil se sustituyera por uno nuevo y más fuerte. Y a fin de cuentas esto se traduce en un aumento de volumen. Lejos de ser una técnica exclusiva, este tipo de entrenamiento es muy frecuente en los centros deportivos, entre máquinas y rings.

Así ha aumentado Gutiérrez hasta ocho kilos. Pese a que el actor haya dicho y repetido que desde pequeño ha mantenido hábitos deportivos, la edad que tiene (42 años) y el poco margen que tenía para alcanzar los objetivos fijados, han convertido este reto en todo un logro. Mérito que se adhiere al retrato de su personaje que rebosa credibilidad y buena actuación.