El precio de las joyas que la reina Letizia utilizó el día de su boda
La esposa de Felipe VI y madre de las infantas Leonor y Sofía llevó tres piezas emblemáticas: la tiara prusiana, unos pendientes regalos por Juan Carlos I y Sofía de Grecia, y su anillo de compromiso.
Se cumplen veinte años de la primera gran boda de Estado en tiempos modernos en España, la de los hoy reyes: Felipe VI y Letizia Ortiz. Dos décadas que han dado para mucho, desde la abdicación de Juan Carlos I hasta la coronación de lo que eran los príncipes de Asturias y el nacimiento de sus dos hijas, las infantas Leonor y Sofía, quienes aseguran la continuidad de la institución de la monarquía en España.
De aquel 22 de mayo de 2004 se ha analizado casi todo ya: los gestos de cariño de la pareja, las ausencias al enlace, los looks de los asistentes, el banquete, la patada de Froilán a la ahijada del ahora rey… Pero, sobre todo, el look atemporal escogido por la entonces princesa de Asturias: un diseño de Manuel Pertegaz que se ha convertido en un tesoro en sí mismo, una pieza de exposición con la que selló su enlace con el entonces heredero.
Para adornar esta presea en sí misma de la alta costura, poco más cabía añadir, así que la aristócrata quiso ser minimalista y únicamente lució tres joyas: la tiara prusiana de la reina Sofía (el algo prestado), la misma que ella llevó en su enlace con Juan Carlos I; los pendientes que sus suegros le regalaron con motivo de su compromiso con el entonces príncipe Felipe (algo nuevo), y el anillo que este le entregó para prometerse.
Más de un millón de euros en joyas
La pieza más imponente de todas las escogidas por la entonces princesa de Asturias fue la tiara prusiana, con la que la ahora reina Letizia sujetó el velo en el lluvioso día de su boda. Se trata de una joya histórica, un regalo de Guillermo II de Prusia a su hija, Victoria Luisa, con motivo del enlace de esta en 1913. Ella se la dio a su hija Federica Hannover cuando contrajo matrimonio con Pablo de Grecia, los padres de la reina emérita Sofía, quien se la confió a su nuera.
Un tocado que evoca las columnas de la arquitectura griega y el laurel de los campeones olímpicos, hecho en platino y diamantes, por lo que podría estar cercano al millón de euros. Un precio de tasación que no incluiría el verdadero valor histórico o simbólico de la pieza.
Por debajo de este precio, entre los 200.000 y los 300.000 euros, estarían los pendientes que le regalaron los reyes eméritos y que en alguna ocasión ha vuelto a usar. También hechos en platino y con diamantes. La misma gema que tenía en su anillo de compromiso, un diseño de Suárez que costaba 3.000 euros y cuyo valor ha aumentado con el tiempo, aunque ella dejó de lucirlo porque el encargado de su compra fue Iñaki Urdangarin, y lo hizo con la tarjeta de Nóos.
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