El motivo por el que no deberías hacer estos regalos en Navidad
Los regalos de Navidad pueden llegar a tener una importancia vital. Hay que tener en cuenta una serie de presentes que no se deben entregar.
La Navidad es uno de los momentos más esperados y emotivos del año. Millones de familias alrededor del mundo se reúnen por una vez, y celebran este acontecimiento, que tiene grandes momentos y tradiciones. Una de las más importantes tiene que ver con los regalos, ya que es costumbre realizar presentes hacia los seres queridos.
En este caso, se deben tener en cuenta una serie de circunstancias para poder realizar estos presentes. Una de las más importantes tiene que ver, precisamente, con los regalos que no se deben hacer. Ya sea por su poca utilidad o porque pueden llegar a ser ofensivos, estos elementos pueden llegar a convertirse en una importante fuente de conflictos.
Suéteres de Navidad, de poca utilidad
Este es uno de los presentes que no se recomienda regalar en Navidad. ¿El motivo? La falta de uso. Más allá de este período de año, no es acertado ponerse esta prenda, ya que no correspondería al momento en el que se encuentra la persona a la que se ha otorgado este elemento, muy típico de los últimos días del año.
Por el contrario, un jersey o suéter sin temática sí que puede ser un buen regalo. Especialmente, cuando llegan los meses más fríos del año. La bajada sensible de temperaturas hace imperiosa la necesidad de abrigarse, por lo que este tipo de prendas pueden ser claves, ya que proporcionan el calor necesario.
Elementos de cocina o limpieza, poco recomendables
Este es otro de los elementos que no se deberían regalar en Navidad. Un presente relacionado con la cocina o la limpieza puede llegar a ser una ofensa para la persona que recibe el regalo. Al estar destinados para las labores del hogar, algo alejado de ser divertido, pueden ser de lo más desagradables.
Eso sí, hay algunas situaciones en las que se pueden entregar como presentes. La principal es que la otra persona haya solicitado de forma clara, explícita, que quiere dichos elementos como regalo para uno de los períodos más especiales del año, la Navidad.
Libros que pueden contener indirectas, vetados
Por otra parte, uno de los elementos que no deberían regalarse por Navidades tiene que ver con la literatura, y más concretamente, obras que contengan mensajes subliminales y poco agradables para aquel que lo recibe. En este caso, es preferible evitar títulos como ‘Libros para torpes’, ya que pueden ser considerados como una ofensa para aquella persona que lo recibe.
La ropa interior, un elemento delicado
También se debe tener en cuenta que uno de los regalos que se debería evitar es la ropa interior. En este caso, es un asunto demasiado delicado, por lo que se recomienda no tomarlo de forma leve. En este caso, es preferible no hacer este tipo de presente, ya que puede generar incomodidad en la persona que lo va a recibir.
La ropa, un asunto espinoso
Esta es otra de las grandes cuestiones que se deben tener en cuenta cuando se va a hacer un regalo en Navidad. La ropa puede convertirse en un elemento muy espinoso, especialmente cuando de tallas se trata. Se debe conocer muy bien a la persona que se va a regalar, porque puede ser un elemento incómodo si no se escoge correctamente.
Los adornos navideños, no recomendados como regalos
Por otra parte, hay que destacar que los adornos relacionados con la Navidad no deben considerarse como regalo para otra persona. En este caso, lo que se debe hacer es una compra para el hogar, nunca como presente. La razón es que, además de que solo se pueden usar en esta época del año, usualmente no tienen demasiada relación con el mobiliario del hogar.
Joel Waldfogel, en contra de los regalos
Sobre este asunto, uno de los más relevantes en cada Navidad, Joel Waldfogel, antiguo profesor de Yale, se ha mostrado totalmente en contra. En el año 1993, en un artículo publicado en la publicación ‘The American Economic Review’, el autor dejó claro que los regalos son un “peso muerto” y los consideró como una carga.
Esto se debe básicamente a una razón. Esta es que el valor que le da la persona que recibe el regalo es mucho menor a lo que ha costado. De esta forma, el economista considera que el dinero que se ha destinado para regalar algo a otra persona es desperdiciado de forma sustancial, por lo que se muestra absolutamente en contra de esta tradición tan típica de la Navidad.