El motivo por el que Daniel Sancho se declaró culpable del asesinato de Edwin Arrieta

Daniel Sancho ya se encuentra en prisión provisional tras confesar ante las autoridades tailandesas ser culpable del asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. El joven chef ha sido internado en la cárcel de Koh Samui, un lugar inhóspito con comida “maloliente”, hacinamiento y unas cuestionables condiciones de higiene, según desvelan algunos presos. Allí permanecerá al menos hasta un juicio en el que podría enfrentarse a una pena de 15 años, a cadena perpetua o incluso podría ser condenado a muerte.

El juez decretó su ingreso provisional en prisión tras analizar su confesión, pero desde el entorno de Sancho aseguran que esta fue realizada “bajo presión”. “Las manifestaciones que pueda estar haciendo Daniel son bajo una situación de presión emocional difícil de controlar”, explicó una fuente “en nombre de Rodolfo Sancho” en un comunicado leído en televisión por Sandra Barneda.

Muchos se preguntan por qué confesó el crimen Daniel Sancho y el periodista Ramón Abarca, delegado de EFE en Tailandia y una de las últimas personas en hablar con el nieto de Sancho Gracia, ha arrojado algo de luz al asunto. “Él me confirmó que se había declarado culpable porque las pruebas eran demasiado evidentes”, aseguró en Así es la vida. “Sabe lo que ha hecho y a lo que se enfrenta, es muy duro y sabe las consecuencias que tiene para él y la gente de su entorno”, agregó.

Según su relato, Daniel Sancho le explicó que vivía “agobiado” y que, como ya dijo, se sentía “un rehén de la víctima”. “Estaba en una situación desesperada y es lo que le llevó a hacer lo que hizo”, apuntó.

¿Cómo está Daniel Sancho?

El periodista ha desvelado además cómo encontró al hijo de Rodolfo Sancho y cómo pasó las últimas horas antes de su ingreso en prisión. “Hay momentos en los que quiere hablar porque necesita hablar con alguien, se siente solo. Está detenido en un país extranjero y se siente decaído porque sabe a lo que se enfrenta”, detalló. Al menos la policía sí le está tratando bien: “Le habían dejado utilizar el teléfono en algunas ocasiones, la noche anterior había podido hablar con alguien de su familia y amigos”. Durante su diálogo, Daniel estaba junto a “varios policías” y su “abogada de oficio”, aunque ya en el juzgado recibió una buena noticia: “Ha sido inmediatamente representado por un abogado particular que han contratado sus padres”.