El lado más personal de Rodri, capitán de la Seleccción: pareja, estudios universitarios y por qué no tiene redes

Rodrigo Hernández atraviesa el mejor momento de su carrera tras haberse consagrado como uno de los mejores mediocentros del mundo. Tras dos años espectaculares repletos de títulos y reconocimientos individuales, el futbolista madrileño quiere hacer historia con España en la presente Eurocopa y, por el momento, va por buen camino tras firmar el liderato de su grupo en tan solo dos partidos.

En esta aventura por tierras alemanas, Rodri siente de cerca el apoyo de su familia y su compañera de vida, Laura, a la que conoció en una residencia universitaria de Castellón en 2014. Al mantener una vida discreta y alejada de los focos, solo se sabe que trabaja como médica. La pareja protagonizó un momento muy emotivo cuando se fundieron en besos y abrazos durante la celebración del City en el terreno de juego tras ganar la Champions League en 2023.

La familia es otro de los grandes pilares de Rodrigo. Sus padres, Antonio y Elena, son los responsables de haber formado a un futbolista de los pies a la cabeza, que también destaca como persona gracias a lo que ha mamado desde muy pequeño. Es de los pocos jugadores que puede presumir de tener estudios universitarios. Esto se lo debe a sus padres, quienes le insistieron en que estudiara porque el fútbol es una lotería. Y así lo hizo.

Cuando acabó el Bachillerato, empezó a estudiar Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Jaime I en Castellón. No fue una etapa fácil porque tenía que compaginarlo con sus compromisos deportivos, aunque, finalmente, se graduó cuando ya era futbolista del City.

El futbolista sin redes sociales

No solo es un futbolista diferente por su juego o por tener estudios avanzados, también lo es por rehuir de las redes sociales. Una concepción inimaginable en el mundo del fútbol dado a la constante exposición que existe por parte de sus profesionales. Pese a ser uno de los mejores del mundo, el madrileño detesta la sobreexposición y prefiere ocultar lo que otros compañeros sí hacen público.

Durante la última gala del Balón de Oro, Rodri charló con Ibai Llanos acerca de esta cuestión. “Nunca me ha gustado tenerlas y nunca he sentido la necesidad de tenerlas. He crecido sin ellas. Es un hábito que he tenido, pero no tengo nada en contra de ellas”.

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