JUSTICIA
El juez del caso de Daniel Sancho amenaza con penas de cárcel a los asistentes que difundan información del juicio
La primera sesión se está llevando a cabo con la prohibición expresa de que ningún periodista acceda al interior de la sala de la corte provincial de Samui.
A las cinco de la mañana -hora española- de este martes daba comienzo la primera sesión del juicio a Daniel Sancho que se extenderá previsiblemente hasta el 3 de mayo. Cuatro sesiones semanales, de martes a viernes, que contarán con más de 50 testigos: 28 por parte de la Fiscalía y 27 de la defensa del español. El hijo de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo no testificará hasta el próximo día 25.
Ante este caso tan mediático, más de 40 periodistas españoles se han trasladado hasta Tailandia, concretamente a la provincia de Samui, para seguir de cerca el minuto a minuto del juicio que podría llevar a Daniel Sancho a la pena de muerte por el asesinato y desmembramiento de Edwin Arrieta el pasado mes de agosto en la isla de Koh Phangan. La defensa del joven continúa trabajando para que la justicia del país asiático considere el crimen un homicidio y no un asesinato premeditado ya que este agravante está allí castigado con la pena capital.
Por su parte, los abogados de la familia Arrieta insisten en que el hijo del actor orquestó todo a sangre fría y con la clara intención de que el crimen no saliera a la luz y quedase impune. “Entendemos que una persona que ha venido de vacaciones no es necesario que compre una sierra, no es necesario que compre bolsas, no es necesario que compre cinta y tampoco cuchillos”, afirmaron Juan Gonzalo Ospina y Beatriz Uriarte minutos antes de que arrancara la sesión.
“Tampoco son necesarios los actos que se han realizado con posterioridad, por muy asustado que pueda estar (...) El objetivo es que el asesinato quedase impune y, por otro, lado que es lo más macabro de todo, hacer desaparecer el cuerpo”, insiste Ospina en rueda de prensa. “Entendemos que lo que se buscaba era que nadie supiera que se había acabado con la vida de Edwin Arrieta”, añade su compañera.
Primera sesión
En las últimas horas han declarado testigos de la Fiscalía que coincidieron con el joven español el día en el que se perpetró el crimen, en concreto, una mujer de nacionalidad birmana que encontró los primeros restos del cadáver del colombiano en un vertedero y otra mujer tailandesa que le alquiló una motocicleta a Sancho. “El tribunal ha sido muy contundente a la hora de apercibirnos de que todo lo que se diga que haya podido suceder dentro lo va a investigar por constituir un posible delito y con sus consecuencias penales”, ha señalado hoy al salir del la corte el abogado español de la familia Arrieta.
El juez pone límites
El juez encargado del caso, cuyo nombre es confidencial, ha prohibido este martes a todos los asistentes al juicio que informen de lo que ocurre dentro de la sala de la corte provincial de Samui, tal y como recoge EFE. Asimismo, se ha vetado expresamente la entrada a cualquier periodista y advertido a todas las partes, incluidos los abogados y el fiscal, que no ofrezcan detalles del proceso.
En caso de que alguno de ellos incumpla con este cometido o difunda información comprometida del proceso, se perseguirá a los responsables que podrían enfrentarse a penas de cárcel. En un momento de la sesión, la policía tailandesa entró en la sala para asegurarse de que “nadie tenía algún dispositivo para sacar imágenes ni grabar sonido”.
Juan Gonzalo Ospina, letrado de la familia Arrieta, afirma que el juez fue muy “riguroso”, y, ante la gravedad de los hechos, “no quiere que exista ningún tipo de juicio paralelo ni que se informe de a lo que se están refiriendo los testigos”, lo único permitido, añadió, son “valoraciones generales de cómo se está desarrollando” el proceso.
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