JUSTICIA

El encierro en el baño entre Dani Alves y la denunciante duró 16 minutos

Según publica ‘El Periódico’, en las imágenes de la discoteca se ve al futbolista hacer tocamientos a la joven sin consentimiento.

04/08/22 ENTRENAMIENTO DEL PUMAS PRETEMPORADA 

 DANI ALVES
04/08/22 ENTRENAMIENTO DEL PUMAS PRETEMPORADA DANI ALVES Gorka LeizaDIARIO AS

Dani Alves ya ha pasado dos noches en la prisión Brians 1 de Barcelona después de que el juzgado número 15 de la Ciudad Condal decretase la prisión sin fianza para él por el riesgo de fuga, y por la denuncia de una joven de 23 años que asegura que fue agredida y violada el pasado 30 de diciembre por el futbolista en un lavabo de la discoteca Sutton.

El relato de la víctima fue “coherente” y “consistente”, y además coincidía con las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la discoteca, las cuales han dado mayor veracidad a su denuncia; y es que el relato de Dani Alves, por su parte, pasó por varias modificaciones desde que declaró ante los micrófonos de Antena 3 hasta sus palabras en el juicio, donde aseguró que las relaciones sexuales que mantuvo fueron consentidas.

Después de todo ello, y con el brasileño en la cárcel, la víctima de la presunta agresión ha renunciado a la indemnización que le tendría que hacer el futbolista, pues su único objetivo es que se haga justicia y el jugador pague con la cárcel lo ocurrido, tal y como detallaron fuentes de la investigación a ‘El País’.

Sobre aquella noche, en ‘TV3′ han asegurado que el futbolista tenía una actitud narcisista, una sensación de impunidad y de estar por encima del bien y del mal. Una actitud que es un factor de riesgo de la violencia.

Las imágenes de la discoteca, una de las claves

Y es que tal y como explican fuentes judiciales y ha recogido ‘El Periódico’, en el vídeo -una prueba en el sumario del caso-, se ve cómo Dani Alves habla con la víctima, llegando a hacer tocamientos sin su consentimiento y encerrándose 16 minutos en el lavabo de la zona VIP de la discoteca, donde se habría producido la presunta agresión sexual.

Tras ello, la joven avisó al servicio de seguridad del local y la discoteca activó el protocolo contra el acoso y la violencia sexual, aunque no fue hasta dos días después cuando puso la denuncia por miedo a que no le creyeran.