El drama de Paul Auster: detienen a su hijo por la muerte de su nieta
Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006, es uno de los mayores novelistas del panorama literario contemporáneo, pero vive una pesadilla familiar.
Paul Auster (75) es probablemente uno de los novelistas más aclamados y exitosos de la literatura contemporánea. Autor de obras como ‘Un hombre en la oscuridad’, ‘El libro de las ilusiones’, ‘La trilogía de Nueva York’ o ‘Leviatán’, entre otras, ha recibido numerosos galardones a lo largo de su dilatada trayectoria, entre ellos, el premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006.
Pero el escritor no atraviesa por su mejor momento después de que la Policía de Nueva York haya detenido y acusado de homicidio involuntario a su hijo tras el fallecimiento por sobredosis de su nieta de diez meses. Aunque no es ningún secreto que la relación con su hijo no es la mejor debido a su pasado, marcado por las drogas y algunos delitos menores.
Según relata la investigación oficial, Daniel Auster, de 44 años, estaba a cargo de su hija Ruby el pasado 1 de noviembre en su casa de Brooklyn cuando la bebé fue encontrada inconsciente. Fue trasladada de urgencia al hospital, donde falleció.
La oficina del médico forense concluyó que la muerte de la pequeña se debió a una “intoxicación aguda debida a los efectos combinados del fentanilo y la heroína”, según relataron fuentes policiales a la agencia AFP, que destacaron además que la cantidad de droga encontrada en la niña era suficiente para “dejar inconsciente a un adulto”.
Más problemas con la justicia
No es la primera vez que Daniel Auster tiene problemas con la justicia norteamericana ya que su nombre salió a la luz en 1996 a raíz del homicidio de André Meléndez, un inmigrante colombiano de 26 años y supuesto traficante de drogas.
Finalmente no fue implicado en aquel crimen, pero dos años más tarde se declaró culpable de poseer 3.000 dólares que le habían sido sustraídos a la víctima y fue condenado a libertad condicional. Dos personas se declararon culpables del asesinato del colombiano, Michael Alig y su compañero de piso Robert Riggs, que arrojaron el cuerpo al río Hudson.