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El conmovedor mensaje de Raquel del Rosario a su hijo con autismo

La cantante le dedicó unas bonitas palabras a su pequeño Leo en el Día mundial de concienciación sobre el autismo: “Tu presencia es un regalo”.

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El conmovedor mensaje de Raquel del Rosario a su hijo con autismo

Raquel del Rosario ha lanzado en su perfil de Instagram una reflexión de lo más emotiva y conmovedora, unas palabras dirigidas a su hijo Leo en el Día mundial de concienciación sobre el autismo. Ya en el comienzo de su carta es capaz de llamar poderosamente la atención del lector por la pregunta que le hizo su marido Pedro en una ocasión: “Si hoy te dijesen que se puede revertir el autismo de Leo, ¿estarías preparada para que dejase de ser el niño que es ahora?”, escribió. “Aquello despertó muchos sentimientos en mí”, se sinceró.

“Lógicamente a todos los padres y madres de niños con otras capacidades y necesidades nos preocupa su bienestar, su integración en la sociedad, el hecho de que puedan ser autosuficientes en un futuro...”, continuó. “Supongo que estaría inmensamente feliz de que Leo pudiese ser independiente, de poder dialogar con él y descubrir lo que siente, de verle hacer amigos, estudiar lo que quisiese si quisiese, enamorarse, viajar, perseguir sueños...”.

“Pero... Buf... Por otro lado, sería muy duro despedir al Leo de ahora, toda esa genialidad y misterio, esa forma única de percibir el mundo, sus ocurrencias, sus peculiaridades, su mirada única... Sin duda, sería duro dejar ir todo eso, aceptar esa muerte”, expresó Raquel. “Creo que venimos al mundo con el alma llena de puertas cerradas, y que todas las personas que la vida nos va presentando vienen para ayudarnos a abrirlas. Ojalá y yo pueda abrirle tantas como las que me está derribando él”, compartió la vocalista de El sueño de Morfeo antes de concluir con el mejor mensaje: “Leo, tu presencia en este mundo es un regalo. TEA-MO”.

Tres años desde que hizo público el diagnóstico

En 2019 Raquel del Rosario utilizó su blog para desvelar el diagnóstico que había recibido su pequeño Leo, una noticia que según contó ya esperaba. “Desde los dos años supe que Leo era diferente, le encantaba tumbarse bocarriba largos ratos ensimismado, parecía estar viendo una película en el techo, a veces sonreía y parecía interactuar con algo”. Este diagnóstico fue un alivio para Raquel del Rosario, porque se dio cuenta de que por fin iba a tener el trabajo personalizado y especializado que su hijo requería, aquel con el que tratar todas sus necesidades.