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El catastrófico retoque estético de Marina Yers en Tailandia: “Por poco me desmayo”

La influencer aprovechó su estancia en el país asiático para someterse a un blanqueamiento dental que terminó en lágrimas: “Me ardían los dientes”.

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El catastrófico retoque estético de Marina Yers en Tailandia: “Por poco me desmayo”

La influencer Marina Yers vuelve a ser noticia. En esta ocasión, después de un polémico retoque estético al que se sometió en Tailandia aprovechando sus vacaciones en el país asiático y, por supuesto, el bajo precio del tratamiento. Así lo relata a través de su Instagram donde explica el calvario que sigue viviendo tras hacerse un blanqueamiento dental en un conocido centro comercial por el módico precio de 150 euros.

“Parecía la mejor clínica de todas. Vi el procedimiento, el cual nunca había visto antes, pero dije: ‘Me atrevo porque quiero que mi sonrisa brille’”, comienza diciendo en su cuenta donde acumula más de un millón de seguidores. En un primer momento, el personal de la clínica optó por hacerle una limpieza dental antes de entrar de lleno en el tratamiento en cuestión. En ese preciso instante, empezó el drama de Marina Yers.

El infierno de Marina Yers

“Era extraño porque ya incluso en la limpieza, que no te suelen doler los dientes, ya me dolían un poco”, añade. Fue entonces cuando el dentista le advirtió de que tenía la boca muy sensible y que lo mejor era parar el tratamiento; sin embargo, la influencer hizo caso omiso prefiriendo continuar. “Por poco me desmayo”, sigue diciendo mientras muestra las imágenes de la abrasión que estaba sufriendo.

A tan solo diez minutos para finalizar el proceso y cuando estaba recibiendo la luz para activar el agente blanqueador, la creadora de contenido comenzó a agitarse en el sillón del dentista ya que no podía soportar el dolor. Fue ahí cuando pidió parar inmediatamente el tratamiento.

“Me ardían los dientes (...) Iba llorando y tapándome la boca, sintiendo dolores fuertes en cada uno de mis dientes. Nunca había pasado por algo así”, insiste en Instagram. Además, cuenta que tuvo que “comprar todo tipo de medicinas, incluso gel que te duerme la boca” para intentar sobrellevarlo de la mejor manera posible.

Una historia que le ha servido a Marina Yers como auténtica lección de que lo barato siempre sale caro. Este tipo de tratamientos deben realizarse siguiendo las indicaciones de los profesionales y en centros autorizados para ello que cuenten con los certificados necesarios que garanticen una buena praxis.

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