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El castigo a Rosa Peral tras el éxito de ‘El cuerpo en llamas’: restringen sus visitas un mes

La Junta de Tratamiento de Mas Enric ha restringido las visitas a la joven por su sobreexposición a los medios, como ha confirmado ‘EFE’.

El castigo a Rosa Peral tras el éxito de ‘El cuerpo en llamas’: restringen sus visitas un mes

La serie de Netflix, ‘El cuerpo en llamas’, ha servido a muchos para conocer el caso de Rosa Peral, denominado el crimen de la Guardia Urbana, Un caso que han revivido desde la plataforma con una serie protagonizada por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez, quienes interpretan a Rosa y Albert López, respectivamente.

Una trama, acompañada de un documental llamado ‘Las cintas de Rosa Peral’, que ha hecho que los focos se vuelvan a centrar en ella, al igual que los medios de comunicación, quienes han tratado de hacerse con su propio testimonio en la prisión de Mas Enric de El Castllar (Tarragona).

Ello precisamente ha hecho que desde la propia Junta de Tratamiento de Mas Enric hayan tomado la decisión de castigar a la catalana restringiéndole las visitas presenciales porque su sobreexposición a los medios puede perjudicar a su proceso de reinserción, tal y como informaron primero ‘El País’, y confirmaron después a ‘EFE’ fuentes cercanas a la prisión.

De esta manera, Rosa, condenada por asesinar a su pareja, sólo podrá verse con sus familiares de primer y segundo grado, y relaciones afines, durante el próximo mes. Esto incluye además las visitas en locutorio y los vis a vis. Una medida que también podría reducirse dependiendo de la evolución de las circunstancias.

Ya le limitaron las llamadas telefónicas

Un castigo que llega después de que se limitasen también las llamadas telefónicas el pasado martes a raíz del expediente que se le abrió por utilizar las comunicaciones que estaban previstas para sus familiares y amigos, para conceder entrevistas a los medios.

Esto coincide también con las palabras de su abogada, Núria González, que atendió este jueves a ‘Catalunya Ràdio’ para denunciar que Rosa Peral lleva “tres días sin poder hablar con su familia directa” después de la limitación que se le impuso, además de estar sufriendo un “registro muy intenso” en su celda, de donde le han retirado objetos como auriculares y lápices de colores.