‘El caso Asunta’: la compañera de celda de Rosario Porto revela sus relaciones en prisión
“Cuando había hombres se movía diferente y los provocaba. Luego les acusaba de acoso”, dice sobre la madre de Asunta y ex de Alfonso Basterra.
La serie de Netflix El caso Asunta no está hecha para dar respuestas sobre lo que ocurrió en 2013 en Santiago de Compostela, cuando la pequeña falleció a manos de sus padres, Alfonso Basterra y Rosario Porto, condenados a dieciocho años de prisión. Solo ellos conocen lo que realmente sucedió y difícilmente trascenderá. La abogada se quitó la vida en noviembre de 2020 al ahorcarse con la sábana de su cama en la prisión de Brieva (Ávila) y el periodista guarda silencio, solo lee y escribe. Según cuenta, su día a día en el centro penitenciario trascurre en soledad.
Muy diferente fue la etapa de presa de Rosario Porto. Carmen, su compañera de celda en la cárcel, ha relatado al programa En boca de todos (Cuatro) cómo era la vida de la letrada, quien incluso llegó a tener una relación sentimental entre rejas durante este período antes de poner fin a su vida.
“Tuvo una relación en la cárcel. Fue con el encargado del economato, cuando se cansó de él también lo culpó de acosarla y lo expulsaron”, ha explicado Carmen a Nacho Abad, a quien también ha relatado cómo trataba a los compañeros varones: “Cuando había hombres se movía diferente y los provocaba. Luego lo que hacía era acusarles de acoso”.
Insinuaba que la culpa era de Basterra
Durante su etapa en prisión, su compañera de celda cuenta que nunca reconoció el crimen porque el que fue condenada: “Según ella era inocente y tenía una relación idílica con la niña”. Pero dejaba la sombra de la duda sobre el que fuera su marido: “Comentaba que era un buen padre, pero me dijo que no ponía la mano en el fuego por él”.
Asimismo, no podía ver delante al juez que la había declarado culpable del asesinato de su hija adoptiva, José Antonio Vázquez Taín, artífice también de la resolución del misterio del Códice Calixtino: “Cuando le veía se ponía roja de ira y decía que lo odiaba y que era el culpable de que no se hubiera encontrado al asesino de su hija”.
Asimismo, en sus conversaciones con su compañera de celda, mostraba también pinceladas de un carácter difícil: “Su carácter era muy caótico porque un día estaba bien y el otro te hacía la vida imposible. Era bipolar y manipuladora”.
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