El calvario de Aurah y Jesé en Turquía: “Estamos destrozados”

Aurah Ruiz no pasa por un buen momento en Turquía. La ex de ‘Gran Hermano’ y ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ se encuentra en el país tras el fichaje de Jesé Rodríguez por el Ankaragücü, y aunque el pasado mes de octubre aseguró estar “feliz, tranquila y en paz” viendo que su hijo Nyan estaba feliz acompañado de sus padres e integrándose “bien” en el colegio, ha visto cómo las cosas han comenzado a empeorar seriamente durante las últimas semanas.

En su último vídeo para la plataforma Mtmad, Aurah reconoce estar agotada como consecuencia de la marcha de su mano derecha. “Yo tenía una chica que estaba contratada por nosotros, estaba viviendo en mi casa. Ahora ella ya no está aquí y no está trabajando, se quedó en Gran Canaria. No tengo ayuda, estoy haciendo las noches de Nyan con Jesé y estamos destrozados”. Cabe recordar que el pequeño sufre de hiperinsulinismo congénito persistente, una enfermedad que le obliga a tener que comer cada hora y media o dos horas tanto por el día como por la noche para evitar episodios de hipoglucemia.

Por si eso fuera poco, Nyan ya no va al colegio: “Nyan en el colegio de Turquía, el experimento que hicimos de meterlo en un colegio con un profesora que hablara español, no sirvió. Así que desde que volvimos aquí ya no va al colegio, no está escolarizado. Estamos rotos porque no dormimos y encima Jesé tiene que ir a entrenar en esas condiciones de cansancio. Así llevamos desde el 24 de diciembre”.

“Se mes está haciendo superdifícil vivir en un país donde no se habla mi idioma, donde Nyan no tiene sus terapias y no está escolarizado. Se me está haciendo muy cuesta arriba. Quedan cuatro meses para que esto se termine y sinceramente no veo mi futuro aquí (...). No tengo fuerzas ni ganas ni nada”, lamentó Aurah, que ha anunciado además un adiós temporal a su canal.

Así es la casa de Aurah y Jesé en Ankara

La canaria ha hecho un recorrido por el lugar en el que viven en la ciudad turca, un majestuoso ático en el piso 30 de un edificio desde el que se puede ver buena parte de la urbe y también un gran bosque a sus pies. La casa está repartida en dos plantas, tiene siete habitaciones, cinco baños y, nada más entrar, un armario gigantesco repleto de zapatos. Su hogar cuenta además con varias terrazas, aunque Aurah las tiene cerradas con llave para que su hijo no corra el riesgo de poder precipitarse al vacío de ninguna de las maneras.