El Arrebato cuenta cómo se gestó el himno del Sevilla: “Lo escribí en tres horas”
El Arrebato presenta disco y gira por España y América. Recibe a AS y nos cuenta sus planes, sus dotes futbolísticas y da detalles desconocidos del himno del Sevilla.
El Arrebato (1 de septiembre de 2069, Alcalá de Guadaíra) saca disco nuevo y estrena gira por España y por América (dice que se atreverá a montar en avión). Recibe a AS en plena Gran Vía. Sonríe, no para de sonreír. Está feliz con su nuevo trabajo al que define “muy arrebato” y muy romántico. Nos cuenta que iba para futbolista, pero lo apartó de su vida al morir su padre cuando él tenía 12 años. Y nos cuenta con detalle como se gestó la creación del himno del Sevilla: “Pensé que lo haría César Cadaval”.
-¿Por qué se llama ‘Una tarde cualquiera´?
-Siempre espero a terminar el disco para ponerle el título, hay una canción que se llama así y me gusta mucho porque resume un mensaje que yo quería dar y es que estamos siempre posponiendo el tiempo, posponiendo las tardes, esperando a la tarde perfecta y una tarde maravillosa es una cualquiera. Es no posponer tanto las cosas porque la vida hay que vivirla...
-Es un disco muy ‘Arrebato’.
-Sí. Estoy muy contento porque mi intención era que sonara así. Era actualizar sonidos, sin perder la esencia y ser más Arrebato que nunca como agradecimiento a toda la gente. Estoy aquí porque he sido yo mismo siempre. Es una tontería intentar cambiar. Le doy a mi público lo que a ellos le gusta
-¿Y muy romántico?
-Yo soy romántico en el sentido amplio de la palabra: en la pareja, en el amor a mi tierra, en la amistad, a mi madre.
-15 conciertos: empiezas en Madrid y acabas en Sevilla. ¡Vamos todo calculado!
-Es cerrar el círculo. Iremos añadiendo conciertos y nuestro objetivo es llegar a 40. Quiero a todas las ciudades, pero Madrid y Sevilla han sido muy importantes en mi carrera. Si miras en Spotify donde más se escucha mis discos es en Madrid y después en Sevilla. Después Buenos Aires…
-Tienes un homenaje a Andalucía con una canción de Romero San Juan…
-Es la primera vez que canto una versión en mi vida, quería desnudarme un poco el corazón en este disco y que hablara de mis amores, a las cosas que amo. Todo lo que le haga a Andalucía me parece poco y me acordé de esta canción que siempre interpreto en fiestas y cumpleaños. A Romero San Juan siempre lo he admirado mucho, quizá sea uno de mis referentes con canciones como ‘Pasa la vida’, ‘Sevilla tiene un color especial’, ‘Qué poderío’. Pensé que era un homenaje a él en una canción que me llena el corazón.
-Su último disco fue en 2019, lleno de colaboraciones por cierto…
-Celebrábamos los 20 años y quise invitar a mis amigos. Hicimos un disco que nos cortó por la mitad la pandemia y sacamos una edición especial. Y ahora a volver a caminar.
-¿Qué canción siempre cantarás en tus conciertos…?
Por mí siempre llevaré ‘Aquí me tienes’, tiene un mensaje muy bonito y es de mis preferidas. Y he tenido momentos que no cantaba contento ‘Búscate un hombre que te quiera’.
-¿En serio?
-No fue por nada, llega un momento que el artista le coge como celos a la canción, me di cuenta después. He hecho más canciones y sientes que la gente se olvida de lo nuevo y se queda anclado en eso. Luego te das cuenta de que no. Es una suerte, pero a la vez esa virtud se convierte en agobiante, pero ya se me ha pasado.
-¿Y eso de salir fuera de España?
-Llevo tres años con unas ofertas muy buenas, pero tengo fobia a volar y lo paso fatal. Este año me he propuesto y lo he dicho en público, así que haré una terapia para coger aviones…
“Tengo fobia a volar y viajo en coche o tren. Pero este año me he propuesto saltar a América y conocer Nueva York”
-Pero no coges ninguno…
-A mí me daba un poco de miedo y lo afrontaba, pero tuve un par de vuelos malos que me dejaron KO y no soy capaz. El último vuelo lo hice a Tenerife y me volví en barco. Me pasa en el ascensor, si puedo subo por las escaleras.
-¿Dónde iras?
-Argentina, México, Colombia y Miami y Estados Unidos, la parte hispana. Tengo más demanda casi que aquí. Lo voy a hacer. No conozco Nueva York y quiero hacerlo. Hace poco he ido a Praga en coche. Conozco Europa, pero voy en coche o en tren. Tengo unas ganas tremendas de ir a Nueva York…
-Pero si son sólo ocho horas…
-Ya pero imagínate ocho horas sin abrirse la puerta del ascensor…
-Pero no es lo mismo. Cambiemos de tema, ¿cuál es tú canción preferida en este disco?
-Ella sigue dando amor`` porque se la dedico a mi madre. Me da el pellizquito y me gustaría que triunfara porque habla de mi madre.
-En 2005 haces el himno del Sevilla, ¿cómo fue aquello? Ahora todos quieren hacer himnos de equipos
-Pues si fui un poco el pionero… Se ha convertido en un ritual. Yo no me lo esperaba, pensé que iba a ser una anécdota. La gente piensa que me lo encargaron, a mí no me lo encargó nadie. Yo me ofrecí porque se abrió como un concurso para el himno del Sevilla. ¿Te cuento la historia?
-Por supuesto…
-Estando en un centro comercial, yo tengo un amigo en discos que es muy sevillista y me dice que estuvieron Del Nido, Pepe Castro, Vizcaíno, que era el director de marketing. “Están buscando un himno para el centenario que es dentro de dos años”, me dijo. Te hablo de 2003, yo en plena vorágine de ‘Búscate un hombre que te quiera’. Habíamos vendido un millón y medio de discos y estaba en un buen momento. Y me dice “¿Por qué no haces tu un himno, tú que eres muy sevillista? Y yo le dije, eso está adjudicado antes de hacerlo. No creía en esas cosas. Pensé: “eso lo hará César Cadaval”
-Siga, siga...
-Me monto en el coche y pienso en mi padre que era muy sevillista y futbolero. Tenía la ilusión de que un hijo le saliera futbolista y a mí se me daba bien. He jugado muy bien. Estuve en los alevines e infantiles del Sevilla, jugaba de interior izquierda y él me decía “yo te tengo que ver meter algún gol”. Perdí a mi padre con 12 años y estando en el coche ‘parecía’ que llevaba a mi padre de copiloto que me decía: “Haz el himno del Sevilla, que tú lo vas a hacer divino”.
-¡Vaya señal!
-Te juro que sentía eso. Tenía la sensación que lo traicionaba si no lo hacía. Llegué a mi casa, ceno y le dije a mi mujer: “Me voy a la terraza, que voy a coger la guitarra, que tengo unas ideas”. Me acordaba de mi padre y de las historias que él me contaba y empecé a tararear el himno. Lo escribí en tres horas. Empecé como a las 12 de la noche y lo terminé a las 3 de la mañana. Fue una fuente de inspiración. Llamé a mi hermano mayor por la mañana: “Antonio, ven quiero enseñarte algo”. La escuchó y me dijo: “Esto es la leche, preséntalo”. Lo presenté, pasó un año y en 2004 me dijeron que había sido aceptado por unanimidad y, de alguna manera, pensé en mi padre y donde esté le dije: “Mira que golazo acabo de marcar en el Sánchez Pizjuán”. Él se salió con la suya.
Lo presenté y me contestaron un año después. Fue aceptado por unanimidad. Pensé en mi padre: “Mira que golazo acabo de marcar en el Sánchez Pizjuán”.
-¿Te esperabas que España entera se sepa el himno por ti?
-Hay un periodista que me dice que soy el apóstol del Sevilla. Me lo piden en todas las ciudades donde vaya. Hasta en Málaga, que es lo más difícil del mundo. Yo lo dejo para el final, pero me lo piden antes. Está feo que yo lo diga, pero salió un himno muy bonito. Después de 20 años sigue fresco, tiene raíz, es el que canta el pueblo. Cristóbal Soria me decía cuando yo era delegado venía uno de fuera y había que explicarle lo que era el Sevilla y cómo se vive el fútbol y ahora le ponen el himno y ya lo saben.
-¿Y por qué te apartaste del fútbol si eras bueno?
-Porque la guitarra me puso. Empecé con ella y me iba al parque con 14 años. Me daba melancolía ir al fútbol sin mi padre. Él me llevaba y dejé de ir porque me daba tristeza. En el parque cantaba con los amigos, triunfaba con las chicas, me sentía importante. Me fue conquistando la música.
-Y te refugias en Cádiz...
-Mi madre era de Zahara y allí tengo mi casa, mi paraíso…
-¿Eres muy supersticioso?
-Sí, un poco, intentas controlar lo que no estás en tus manos y caes en la superstición.
-¿Cuándo un concierto en el Sánchez Pizjuán?
-Me encantaría dar un concierto allí. Llenar un estadio de fútbol es muy complicado. Tengo ese sueño y espero algún día poder hacerlo. Es para cuatro privilegiados. En este país lo hace Alejandro Sanz, Manuel Carrasco y ¿quién más?