El actor que perdió el papel de Aragorn en la trilogía de ‘El señor de los anillos’
Viggo Mortensen fue finalmente el escogido para interpretar a uno de los personajes fundamentales en la saga literaria creada por J.R.R. Tolkien.
El señor de los anillos: los anillos de poder se ha convertido en uno de los estrenos que más expectación han generado en los últimos meses. La flamante nueva ficción de Amazon Prime Video está acaparando titulares y suscitando todo tipo de polémicas entre los seguidores de la saga literaria creada por J.R.R Tolkien, que fue llevada con indiscutible éxito por primera vez a la gran pantalla por Peter Jackson hace más de dos décadas.
Es probable que sin la trilogía cinematográfica del director neozelandés y su gran aceptación, ni la posterior sobre El hobbit, el sueño de Jeff Bezos no se hubiera hecho realidad por lo que tampoco es de extrañar que proliferen las historias sobre aquellos proyectos a los que la nueva ficción le debe tanto.
En este sentido, puede que para muchos sea desconocida la historia de cómo uno de sus protagonistas se llevó uno de los papeles protagonistas a última hora y que implicó el despido fulminante de un actor el día antes de comenzar el rodaje. Y es que Aragorn iba a ser interpretado originalmente, tras la negativa de Nicolas Cage, por Stuart Twonsend, actor irlandés cuya historia podría haber sido otra muy diferente.
“Estuve allí ensayando y entrenando durante dos meses, y luego me despidieron el día antes de que empezara el rodaje. Después me dijeron que no me pagarían porque había incumplido el contrato por no haber trabajado lo suficiente. Lo había pasado mal con ellos, así que casi me sentí aliviado de irme, hasta que me dijeron que no me pagarían”, aseguró Townsend a Entertainment Weekly.
“No tengo buenos sentimientos hacia los responsables, de verdad. El director me quería a mí y luego, al parecer, se lo pensó mejor porque en realidad quería a alguien 20 años mayor que yo y completamente diferente”, zanjaba el actor, que fue reemplazado por Viggo Mortensen, que tenía 42 años aquel momento y aceptó el papel empujado por su hijo.
“Cualquiera que diga que sabía que iba a ser el éxito que fue, no creo que diga la verdad. No tenían ni idea hasta que mostraron 20 minutos en Cannes, en mayo de 2001″, señaló el actor al Telegraph.
Por su parte, Townsend nunca llegó a gozar de una oportunidad de semejante calibre, en parte porque La reina de los condenados (2002) y La liga de los hombres extraordinarios (2003) no recibieron el espaldarazo del gran público. El irlandés no ha dejado de actuar pero no su carrera ha discurrido sin pena ni gloria.