CINE

El actor Barry Keoghan confiesa que pensaron en amputarle un brazo por una ‘infección carnívora’

El intérprete habla en ‘GQ’ de la fascitis necrotizante, también conocida como la infección carnívora, que sufrió antes de rodar ‘The Banshees of Inisherin’.

Barry Keoghan attends the 81st Annual Golden Globe Awards in Beverly Hills, California, U.S., January 7, 2024. REUTERS/Mario Anzuoni

Barry Keoghan ha vivido en los últimos años un ascenso colosal en la industria de Hollywood. El actor irlandés ha pasado a ser uno de los más solicitados, sobre todo después de haber participado en proyectos como ‘Dunkerque’, ‘Calm with Horses’ o ‘The Banshees of Inisherin’, con los que ha logrado un BAFTA, dos nominaciones a los Globos de Oro y una nominación para los premios Oscar.

A sus 31 años, el actor irlandés presume ahora de su último y nuevo trabajo, ‘Saltburn’, en el que se pone en la piel del protagonista, Oliver Quick, un joven estudiante becado en Oxford que quiere hacerse amigo de un joven rico llamado Felix Catton, a quien interpreta Jacob Elordi.

Una cinta sobre la que ha hablado en una extensa entrevista concedida a ‘GQ’, donde también ha querido abordar otros asuntos, como su papel en la cinta de ‘The Banshees of Inisherin’, y también los complicados momentos que ha tenido que vivir antes de empezar a rodar las escenas de esta misma película.

Según el intérprete, llegó a sufrir un caso de fascitis necrotizante, también conocida como la infección carnívora. Un problema de salud por el que los médicos meditaron la posibilidad de amputarle uno de sus brazos para acabar con la infección.

Y es que se trata de una infección bacteriana que puede incluso causar la muerte. Estas bacterias entran en la piel a través de heridas generadas, ya sean quemaduras, cortes.... El actor no dudó en preguntar entonces si podía llegar a morir, a lo que le respondieron los sanitarios que “no lo sabemos”.

Un momento muy duro para el actor, al que visitó el director de la película, Martin McDonagh, que también cuenta que Barry se mantuvo muy positivo: “No estoy seguro de si estaba tomando muchos medicamentos, pero pareció ignorarlo. Estábamos solo a cuatro días del rodaje y su brazo estaba hinchado. Pero él dijo: ‘Sí, no, voy a estar bien, te veré el martes’. Fui al hospital pensando: ‘Mierda, ¿va a morir? y mucho menos, ¿va a hacer la película? Pero salí de allí lleno de energía y deseando que llegue”.

Finalmente, el actor irlandés consiguió superar este bache de salud y se recuperó satisfactoriamente sin necesidad de amputarle el brazo.