Dua Lipa, “disfrutando mucho” en Madrid: de la marisquería de Chamberí a los churros de San Ginés

Un carrusel de fotografías en el perfil de Dua Lipa. Vino, marisco, churros. Sonrisa en las ojeras, que son las de verdad. “Disfrutando muchoooo”, se lee debajo, acompañado de cinco banderas de España. Que la artista de moda, capaz de robarse el show musical de Barbie, junto a Ryan Gosling y Billie Eilish, visite Madrid podría explicarse rápida y escuetamente con una gira. Es decir, que Dua Lipa conquiste España tiene fácil resumen; que España conquiste a Dua Lipa resulta tan lejano en el imaginario colectivo como comprensible, especialmente para aquellos que la vieron vagar por las rúas del centro castizo.

Durante los últimos días ha sido una más. Aterrizó en España con motivo de un concierto privado que ofreció el pasado día 9 en el Palau Sant Jordi de Barcelona: su voz fue el broche final a la convención anual de McDonalds. No obstante, después, quizá ya imbuida por la magia del país, dejó que sus botas hicieran el camino y puso rumbo, como si de un turista con mochila de Mickey Mouse se tratase, a Madrid. Y sin remordimientos.

Churros, tablao flamenco y Joan Miró

Ya había trascendido una fotografía en la que la cantante británica compartía mesa con Pedro Almodóvar, Agustín Almodóvar y las actrices Tilda Swinton y Julianne Moore, parte del elenco de la última película del manchego, en el restaurante BiBo, de Dani García, en el corazón del paseo de la Castellana.

También se la pudo ver en la Sala de Despiece, en pleno barrio de Chamberí, donde Dua Lipa se lanzó de lleno a otra de lasa grandes pasiones culinarias que han conquistado las arterias españolas de su corazón: el marisco. Resuelta la curiosidad hacia la fachada atlántica, la británica dio un paso más allá. Podía ser todavía más castiza: hizo una parada en la chocolatería de San Ginés, entre la puerta del Sol y la plaza Mayor, y compró una bolsa con churros. Caminaba y comía. De haber llegado unos días antes, quién sabe si no se hubiera pasado por la boda de Almeida y Teresa Urquijo.

La acompañó en esta aventura ibérica su pareja, el actor Callum Turner. Ver a los enamorados pasear por la capital debía ser comparable a sufrir —en este caso, disfrutar— una alucinación por la incredulidad que suscita encontrarse a una de las cantantes más afamadas del planeta compartir gestos cariñosos con su novio, como dos adolescentes, justo antes de sentarse ante un tablao flamenco. Difícil de explicar.

De su paso por la ciudad condal, antes de internarse en el barullo madrileño, quiso compartir la cantante una fotografía de El oro del azur, de Joan Miró, expuesto en la Fundación Miró de Barcelona, y una instantánea de las Piscinas Bernat Picornell, dentro del Anillo de los Juegos Olímpicos de 1992. Detalles que sólo una española de pura cepa, a lo que se aproxima Dua Lipa, podría conocer.

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