TELEVISIÓN

Dos solteros de ‘First dates’ piden una cita sin cámaras

Rayco y Jesús se pusieron a hacer un baile erótico durante su encuentro en el programa de Carlos Sobera que se les acabó yendo de las manos.

Dos solteros de ‘First dates’ piden una cita sin cámaras

“¿Podemos pedir una hora sin cámaras?”. Con esta frase se ilustra muy bien cómo fue la cita entre Rayco y Jesús durante su encuentro en el restaurante de Carlos Sobera en el programa First dates (Cuattro).

La cita comenzó casi sin la ayuda del presentador. El primero en llegar fue Rayco, quien contó que había pasado mucho tiempo casado con el trabajo y ahora quería centrarse en el darle una oportunidad al amor y estaba buscando pareja.

Rayco, quien había sido bailarín de ballet y ahora es entrenador en un gimnasio, se quedó impactado con la entrada de Jesús, quien llegó haciendo un baile de lo más sensual, tanto, que Rayco no tuvo dudas y pasó totalmente de Sobera para unirse a su cita y darlo todo.

Atraído por los pectorales

Durante el baile de Jesús, carnicero de profesión (“Me va a dar buenos filetes”, comentó su cita), Rayco se quedó impactado con los pectorales de este. “Eso es una almohada, yo ahí puedo dormir”, dijo.

Una atracción que Jesús también sintió, por lo que en la cita entre ellos saltaron las chispas, al darse cuenta de lo bien que congeniaban. E incluso hablaron de sexo, ya que Jesús ha querido saber qué buscaba su cita y el soltero le ha dicho que, aunque se apañaba muy bien solo, pero que echaba de menos dormir abrazado. “Mínimo, necesito mi polvo mañanero, el de ‘cari, no tengo tiempo’, pero lo haces igualmente. Con todas las hormonas de la mañana, el mejor del día”, decía. “Si tú me lo das todo, yo te lo doy todo, mañana nos decimos los nombres si hace falta”, obtuvo como respuesta.

Tanto se han gustado que han tenido que pisar el freno. “Dos minutos más y eso acaba en una fiesta erótico-festiva”. De hecho, Rayco se dejó llevar con el antifaz puesto y Jesús aprovechó para meterle mano. “El culo es para morderlo diez veces y no parar…”. “Mi cuerpo me pedía más”, apuntaba uno. “¿Esto no es como Mujeres y hombres, que se puede pedir una cita sin cámaras?”.