Dos cámaras desmienten que Alves estuviese en el baño cuando entró la víctima al reservado
El sistema de videovigilancia de la discoteca Sutton de Barcelona también contradice la declaración del futbolista brasileño, según ‘El Periódico’.
Todo son malas noticias para Dani Alves, quien esta mañana conocía que la Audiencia de Barcelona desestimaba su recurso de apelación en el que solicitaba la libertad provisional hasta la celebración del juicio por una presunta agresión sexual ocurrida en la noche del pasado 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona.
Y es que, según cuenta El Periódico, nuevas pruebas siguen desmintiendo las versiones contadas por el futbolista. De acuerdo con las imágenes de dos de las cámaras del sistema de videovigilancia del local, el brasileño no estaría en el baño en el momento en el que entró la víctima.
Esto contradice a la defensa del jugador. Cristóbal Martell afirmaba que la joven de 23 años habría entrado al interior del cubil una vez que Alves ya se encontraba dentro. Pero las cámaras recogen una zapatilla y una camiseta blancas (como las que lucía el jugador esa noche) en el marco de la puerta del reservado, por lo que existiría el contacto visual entre él y la supuesta víctima, como decía la joven.
Hay que recordar que la denunciante siempre ha sostenido que no entró al baño por su cuenta ni cuando el futbolista estaba dentro ya, sino que lo hizo por la insistencia de Alves, quien le habría pedido que lo siguiese.
No cuadra con el recurso de Martell
“Alves entra en la puerta del lavabo situado, como decimos, a la izquierda de la imagen y sin que vuelva a aparecer, a los dos minutos (03.44), la denunciante, tras estar durante ese tiempo hablando con sus dos amigas y un camarero, se dirige hacia esa puerta y entra sin que Alves le franquee el paso o abra la puerta. Las imágenes hablan solas. Así fue”, relata Martell sobre lo sucedido esa noche, dando a entender que el jugador se encuentra ya en el lavabo y que la joven entra después por su cuenta tras abrir la puerta del reservado y la del baño.
El jugador, en su última versión ante Ester García, la abogada de la víctima, tras verse acorralado por sus preguntas y las pruebas que existirían, dijo que él estaba en el baño haciendo sus necesidades cuando la joven entró y le practicó una felación sin su consentimiento, aunque él tampoco habría presentado oposición. Ahora estas imágenes desmentirían también esta declaración de Alves, que tampoco cuadraba con el parte de lesiones de la mujer ni con las huellas encontradas por los agentes de los Mossos d’Esquadra, ni, por supuesto, con los restos de semen del jugador hallados en el cuerpo de la denunciante.