Delaporte: “Nuestro fuerte es el directo. Nos ves y repites”

Sandra Delaporte coge el teléfono con una sonrisa que traspasa. Quizá sea la energía de las primeras veces. Porque este sábado lo será para Delaporte, el dúo de electrónica-pop ítalo-español formado por ella y por Sergio Salvi, que conocerán Dcode desde un punto de vista desconocido hasta ahora para ellos: el del artista, sobre el escenario. Porque este sábado regresa el festival del fin del verano en Madrid. Al fin. Tras dos años varados por la pandemia, como el mundo, cuando se iba a dar un paso más: convertirlo en dos días, no uno. Una edición, esa de 2020, en la que Delaporte formaban parte del cartel, por cierto. Pero esa primera vez será ésta. En 2022. Al borde del lleno, las últimas entradas a la venta, con un 92% del aforo vendido. Crystal Fighters, The Kooks, Xoel López y Deluxe, Fuel Fandango, Shinova o el último concierto de la gira de Viva Suecia de una gira, la de El Milagro (2019) que echó a rodar precisamente en Dcode 2019. Y Delaporte, la primera vez de Delaporte. Promete baile a raudales. ¿Acaso hay una manera mejor de despedir el primer verano de verdad en los últimos tres años?

-Primera vez en Dcode. ¿Nervios?

-Sí. Íbamos a actuar en 2020, pero pasó lo que pasó y no pudo ser. Este año va a ser el primero. Y es en Madrid, que es como jugar en casa.

-¿Ha ido alguna vez como mera ‘festivalera’?

-¡Sí! En 2016. Recuerdo que me lo pasé muy bien. Muy, muy bien. Fui con compañeros de la Complutense, estaba terminando la carrera de psicología y que, en el escenario techado, tocó un grupo israelí, no recuerdo el nombre, que hacía una música electrónica y nueva que fue lo que más me gustó.

-A usted la música le viene de cuna.

-Desde muy pequeña empecé a componer canciones. No me gustaba aprenderme las de los demás. Ni los ‘Cinco Lobitos’ ni nada de eso (ríe). A los 11 años ya componía. Mi padre, que estaba en una tuna, me regaló una guitarra y...

-¿Su padre era tunero?

-Sí, en la Universidad.

-¿O sea, que sus primeras veces con la guitarra fue con los ‘Clavelitos’?

-(Ríe a carcajada) Sí (vuelve a reír). Pero enseguida me puse con Nothing Else Matters de Metallica también...

-¿Es autodidacta?

-Bueno, más o menos. Mi padre me enseñó los acordes, como poner las manos pero el resto lo fui aprendiendo yo, sí.

-Si hubiera tocado en 2020 no habría podido hacerlo con su nuevo disco, Titanas y Abril...

-Sí, es cierto, pero nos adaptamos a los tiempos, no hay otra. Disco nuevo, gira nueva.

-Había ganas de festival en este 2022, eh...

-Muchas. Aunque estamos francamente agotados, de tocar demasiado. Este ha sido el verano más intenso de nuestras vidas. Mucho trabajo, todos los festivales llenos.

-¿Qué van a encontrarse los ‘dcoders’ en la actuación de Delaporte el sábado?

-Baile. De hecho, será la primera vez que vamos a tocar tan pronto en la gira (15:30). Nosotros que somos de zapatilla... Espero que sea zapatilla después, igual, para mantener el ritmo. El último festival en el que actuamos tocamos a las 02:00...

-¿Le gusta el fútbol?

-Me gusta el tenis. Me he aficionado mucho en los últimos tiempos. Empecé con el pádel, con los amigos de mi chico, y ahora me encanta el tenis. La semana pasada estaba pegada a la tele, al US Open, a Carlos Alcaraz.

-¿No veía ya a Rafa Nadal?

-Poco. Carlos ha sido como más nuevo, más de ahora, me ha enganchado. También me gusta mucho el baloncesto y el montañismo, sobre todo el montañismo. La escalada y el alpinismo. Eso lo sigo todos los días.

-En 2016, cuando era una estudiante de último curso en la Complu y vivió por primera vez un Dcode, comenzó Delaporte. Que el programa ‘Fama’ de Movistar+ eligiera como cabecera una canción vuestra, ‘Un jardín’, fue el despegue.

-Sí. Fue un temazo. Les gustó y se la quedaron. Pero tienes que hacer carrera todos los días.

-¿Qué es lo mejor define a Delaporte?

-Que funcionamos muy bien en directo. Vives un concierto nuestro y repites. Con tu vecino, con tu hermana...