De ganar 11 millones de euros como futbolista, a la quiebra: “Olvidaba que era dueño de una casa”
El exjugador del Zaragoza y Arsenal, entre otros, Jermaine Pennant, ha admitido ser “un analfabeto financiero”, y no saber gestionar su dinero.
Jermaine Pennant no atraviesa su mejor momento en la actualidad. El fútbol ya no forma parte de su vida, y es que después de una larga carrera de casi 20 años y tras ganar más de 11 millones, ha acabado en quiebra, tal y como ha reconocido en una entrevista concedida en exclusiva a ‘The Sun’.
Una entrevista donde el exjugador de equipos como Arsenal, Liverpool y Real Zaragoza, entre otros, ha confesado que en la actualidad acumula unas deudas de más de un millón de euros, pues perdió toda su fortuna en unas inversiones que no le han llevado a buen puerto, perdiendo tres casas: “Invertí en caballos y propiedades, y perdí todo el dinero”.
Sin una gestión del dinero que tenía
De hecho, se define a sí mismo como “un analfabeto financiero”. No sabía gestionar el dinero, y ello le hizo llegar a esta situación: “Con toda honestidad, podría haber sido multimillonario y aun así haberla jodido. No sabía cómo lidiar con las cosas y no pensaba en las consecuencias de mis acciones. Eso me llevó a la bancarrota más que cualquier otra cosa. No tenía ni idea de lo que estaba ganando y lo que salía de mi cuenta”.
Además, ha revelado al tabloide británico que el año pasado le diagnosticaron déficit de atención con hiperactividad y trastorno de estrés postraumático: “Me han etiquetado como un chico malo pero, en realidad, solo era un niño inseguro que no sabía lo que estaba haciendo. Debido a mi TDAH, simplemente ignoraba las cosas y enterraba mi cabeza en la arena, incluso olvidaba que era dueño de una casa”.
Pennant llevó una vida de excesos como futbolista, y es que en España incluso fue más conocido por sus actos fuera del campo que dentro del mismo: “Compré casas, pero nunca hablé con un agente inmobiliario y tenía hipotecas que no conocía. Tomé malos consejos de malas personas y simplemente viví el día a día. Dejé mi Porsche Cayenne abierto en Zaragoza porque perdía el tren”. Además, llegó a ser encerrado en prisión por conducir bajo los efectos del alcohol.
Una nueva vida
Sin embargo, y pese a todo lo que se le ha venido encima, Pennant admite ser “más feliz que nunca” después de declararse en bancarrota, y es que “estar en bancarrota no es una situación ideal, pero significa que puedo reconstruir mi vida y comenzar una nueva”. Una nueva vida que compartirá con su novia, la actriz Jess Impiazzi.