¿De dónde vienen los Reyes Magos y cuál es el origen de sus Majestades de Oriente?
Los tres Reyes Magos son una de las figuras más importantes del período navideño, y estos cuentan con una gran importancia en el cristianismo.
La Navidad es uno de los momentos más emotivos y especiales del año. Este período supone la reunión de millones de familias alrededor del mundo. Hay muchas tradiciones y costumbres alrededor de esta fiesta, una de las más esperadas por parte de los más pequeños de la casa. Uno de los momentos que más ilusión genera en ellos es la jornada del seis de enero, conocida como ‘día de Reyes’.
En este día, los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, hacen su aparición para recompensar con regalos a aquellos que se han portado bien a lo largo del año. Estas figuras son vitales en la historia de la religión cristiana, ya que ocupan un lugar fundamental en el nacimiento de Jesús. Detallamos lo que se debe saber de su historia.
El Evangelio de Mateo, texto de origen de los Reyes Magos
Muchos son conocedores de los nombres de los tres Reyes Magos, pero pocos están al tanto de su historia. Hay que remontarse al Evangelio de Mateo, ya que este no especifica que las denominaciones actuales de estas figuras, tan importantes para el cristianismo, son las que tuvieron desde un primer momento. Lo que sí se evidencia en esta obra es que los regalos fueron tres, y son los que se conocen hoy en día: oro, incienso y mirra.
En este sentido, cabe destacar la gran importancia que tiene el número ‘tres’ en la religión cristiana. Esto se debe a que dicha circunstancia marcaría el guarismo de sabios que habrían ido a adorar al Niño Jesús momentos después de su nacimiento. De esta forma, habría nacido la leyenda de los Reyes Magos posteriormente conocidos como Melchor, Gaspar y Baltasar. Además, se debe mencionar que son representados en la Biblia como sabios, no como parte de la realeza, tal y como son reconocidos en la actualidad.
Italia, lugar de sus primeras apariciones en el arte
Para conocer el lugar en el que han aparecido por primera vez en una obra de arte, no hay que salir de Europa. Más concretamente, se debe acudir a Italia. En Roma, en las catacumbas de Priscila, se puede apreciar la presencia de un fresco comprendido entre los siglos II y III. En la capilla griega de este lugar, se observa la existencia de tres figuras que se aproximan a la Virgen María, que tiene sobre su regazo al Niño Jesús.
Posteriormente, hay que remontarse al siglo VI para observar las primeras pruebas de los nombres de los magos. En la iglesia de San Apolinar Nuovo, situada en la localidad italiana de Rávena, se encuentra un friso que cuenta con la presencia de las tres figuras. Ataviados con prendas de temática oriental, se puede ver en la parte superior de este elemento artístico tres inscripciones. Estas marcarían los nombres con los que cuentan los sabios y los que han llegado hasta nuestros días. En ese sentido, también se debe mencionar a textos del siglo VI, en los que aparecerían derivaciones. En el conocido como ‘Excerpta latina bárbari’, a los sabios que fueron guiados por una estrella para llegar hasta Belén se les conocía como Melichior, Gathaspa y Bithisarea.
No es el único documento en el que se pueden encontrar evidencias de que Melchor, Gaspar y Baltasar son los nombres de los tres Reyes Magos. Existe, por otra parte, un texto originario de Armenia en el que las denominaciones de estas tres figuras son muy similares a las que se usan en la actualidad para referirse a dichos personajes, fundamentales en la mitología cristiana. En este caso, es un evangelio apócrifo, que señala que estos eran conocidos como Balthazar, Melkon y Gaspard.
Europa, Asia y África, posibles zonas de origen
Una de las cuestiones que más llaman la atención acerca de los Reyes Magos es que son conocidos con el nombre de ‘Sus Majestades de Oriente’. En los Evangelios Apócrifos, se señala que los tres sabios procedían del mismo número de zonas, diferentes entre sí. De acuerdo con los textos, serían originarios de Europa, Asia y África.
De hecho, el monje benedictino Beda, del siglo XIV, habría definido a estos pilares de la Navidad de la siguiente forma: “Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; y Baltasar, un señor negro”.