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Cristiano Ronaldo vendió un Porsche a mitad de precio a cambio del teléfono de una Pussycat Doll

El exmasajista de su primera época en el Manchester United fue quien se benefició del buen precio del vehículo después de hacerle el favor.

Cristiano Ronaldo vendió un Porsche a mitad de precio a cambio del teléfono de una Pussycat Doll

Cristiano Ronaldo tuvo dificultades en su vida sentimental antes de que llegase a ella Georgina Rodríguez. Tal era su desesperación por conseguir el teléfono de una chica que le gustaba que hacerse con él le salió bastante caro.

Según cuenta The Sun, después de verla en el programa X Factor, el astro del fútbol se quedó prendado de Kimberly Wayt, cantante de las Pussycat Dolls, e hizo todo lo posible por lograr una cita con ella.

Rod Thornley, el exmasajista del Manchester United durante la primera época del portugués en el club de Old Trafford fue quien le hizo el favor de conseguirle el teléfono, eso sí, a cambio de una suculenta ventaja. Este estuvo rápido y supo negociar bien con la información que tenía. Un acuerdo que le hizo llevarse a muy buen precio un Porsche Carrera de 60.000 libras de entonces, 2009.

Así lo contó él durante una entrevista en el pódcast Undr The Cosh, donde también relató que la venta se formalizó al final de la temporada.

La conversación para hacerse con el Porsche Carrera descapotable

“Estamos en marzo/abril y se va al Real Madrid. Todos sabemos que se va a final de temporada. Así que él me dice mientras está viendo X Factor: ‘¿Quién es esta chica?’. Era Kimberly Wyatt de Pussycat Dolls. Él dice: ‘¿Puedes darme su número?’”, relata.

“Así que me quedó pensando: ‘Y ¿qué me llevo yo de esto? Estoy consiguiendo los números de las chicas de todas partes y no obtengo nada de esto’. Y Ronaldo dijo: ‘¿Te gusta mi coche?’. Tenía un Porsche Carrera descapotable”, cuenta. “Me dijo: ‘Cuando me vaya al Real Madrid, te lo vendo a mitad de precio’. Tardé como diez minutos en conseguir su número”, explica.

“Efectivamente, llega el final de la temporada y le digo: ‘¿Recuerdas nuestro trato?’. Le di 30 de los grandes por un coche de 60 de los grandes”, recuerda.

Pero el negocio no se quedó ahí: “¡Al día siguiente lo vendí por 60 de los grandes!”, agrega alardeando de su gran trato. “Literalmente lo tuve por una noche. Fui a su casa, lo recogí, le hice la transferencia, lo vendí por 60.000 libras al día siguiente y tuve unas vacaciones geniales en las Maldivas ese verano”.