Caso Alves: “Le toca el culo y el consentimiento está en su cabeza”
El periodista Nacho Abad, colaborador de ‘En boca de todos’, ha tenido acceso a las grabaciones de las cámaras de la discoteca Sutton.
Cristóbal Martell, abogado penalista de Dani Alves, está haciendo todo lo posible por lograr la libertad provisional del brasileño y sacarle de la cárcel de Brians 2, donde se encuentra tras ser denunciado por una joven de 23 años que asegura que este la agredió sexualmente la noche del pasado 30 de diciembre en el baño del reservado de la discoteca Sutton de Barcelona.
El letrado, tras la declaración del jugador del 17 de abril a petición propia, ha vuelto a solicitar su puesta en libertad con medidas provisionales, apoyándose esta vez en las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca de la Ciudad Condal.
Unas imágenes a las que ha tenido acceso el periodista Nacho Abad, colaborador de En boca de todos, de Cuatro. “Son, aproximadamente, 25 o 26 horas de grabaciones las que tiene ahora mismo la magistrada sobre la mesa, desde diferentes ángulos”, explica.
El contenido de las imágenes
De acuerdo con el testimonio de Abad, en el vídeo se recoge cómo “las chicas se ponen a bailar”. “Son tres, y en un determinado momento se les acerca un camarero y las invita a la zona donde está Dani Alves”, dice. Este, después, “habla con ellas [en un] ambiente distendido y sin violencia”.
“Yo observo en esas imágenes cómo Alves le toca el culo a la chica”. Ante esta afirmación, el presentador del espacio pregunta si eso es “sin su consentimiento”. “Yo te digo que le toca el culo, y su consentimiento está en su cabeza”, responde Abad.
El periodista matiza que, si ella no consintiese, la reacción sería “apartarle y decirle ‘no me toques el culo’”. “Yo eso no lo veo”, apostilla. Y agrega: “Le toca el culo y ella le coge de la cintura a él”.
La entrada al baño
De acuerdo con Abad, ella “voluntariamente se va al baño unos segundos después. […] Sale primero Alves; después sale una de las amigas, y se ve cómo chocan las manos”, pero añade que con la víctima no hay contacto.
“Ellos no hablan y, en un determinado momento, la chica se va con su amiga fuera, se ponen a hablar y se la ve a ella llorando. Aparecen los guardias de seguridad, y, al rato, son varias las personas que están allí, pasan por el lado Dani Alves y su amigo Bruno, y se van”, termina.
La última versión de Alves
En su declaración del pasado 17 de abril, el futbolista, como cabía esperar, declaró que la relación sexual que mantuvo con la joven esa noche fue consentida, en una diligencia que posiblemente sea la última de una investigación que se encuentra ya prácticamente rematada. Según Alves, había interés mutuo y gran tensión sexual desde el principio.
El futbolista contó que llegó al local en compañía de su amigo Bruno, el único que todavía le visita en la cárcel, y que fueron a la mesa 6, en una zona donde les suelen ubicar por razones de seguridad, al tratarse de una persona bastante famosa por su profesión. Allí fue donde conocieron a las tres chicas: la denunciante, su prima y la amiga de ambas.
Según su relato, estuvieron hablando y bailando, y, al ver esa química que se manifestaba entre ellos, le propuso ir a una zona más íntima, en concreto, al baño donde la joven dice que ocurrieron los hechos. De acuerdo con lo que ha contado, ella habría aceptado y entraron y salieron por separado.
Ya en el baño, según Alves, el acto habría sido libre y voluntario. Alves contó que tuvieron sexo con penetración y ella no dijo en ningún momento que parara.
Asimismo, fue respondiendo a las preguntas de su defensa y dando más detalles de lo que habría ocurrido, insistiendo en que él es un hombre respetuoso con las mujeres y que no se atreve a ir más allá si no percibe la disposición clara por parte de estas o si no percibe que existe esa tensión sexual que considera que habría entre él y la presunta víctima.
En una de esas preguntas, sobre la acusación de la joven, el jugador dijo que piensa que ella pudo sentirse ofendida al pedirle salir separados y ser discretos, sin ser atento ni afectuoso con ella.
Además, justificó las distintas versiones diciendo que lo hizo para evitar un daño mayor a la que en ese momento era su pareja, Joana Sanz.