Casi calvo y con pocos dientes: así iba a ser David Beckham en 2020 según la IA
La revista ‘FourFourTwo’ creó en 1998 utilizando ordenadores una imagen de cómo se suponía que iba a ser el futbolista con 43 años. Cualquier parecido es casualidad.
La evolución de la Inteligencia Artificial se puede ver reflejada en numerosos campos de conocimiento. No hace más de veinticinco años, los humanos eran capaces de ganar a las máquinas jugando al ajedrez y era difícilmente imaginable pensar en un mundo tan dependiente de las tecnologías como el de hoy en día. El deporte ciencia es un buen termómetro para medir hasta qué punto se está mejorando en el ámbito de la IA, pues ya hay programas que son capaces de evaluar millones de jugadas en tan solo unos segundos.
En los últimos días, las redes sociales se han topado de lleno con uno de esos ejemplos que demuestra cómo la IA tenía todavía mucho que mejorar a finales del siglo XX. Aprovechando el documental de Netflix que tiene al exfutbolista David Beckham como protagonista, ha visto la luz una fotografía creada con ordenadores que intentaba vaticinar cómo sería el astro inglés en 2020.
La revista FourFourTwo se lanzó a la aventura en 1998 sabiendo que el por aquel entonces futbolista del Manchester United era uno de los deportistas más guapos del momento. Y, a tenor de la imagen, el futuro no le era en absoluto halagüeño. Apenas tendría 43 años, pero el pelo gris y camino de la calvicie, la piel arrugada y una dentadura con ausencia de algún diente pronosticaban una decadencia física con pocos precedentes.
Sin embargo, a la vista está. La realidad ha sido muy distinta. A tan solo dos años de entrar en el club de los cincuenta, David Beckham sigue manteniendo un estado físico envidiable y mantiene el atractivo de antaño. Las arrugas son inevitables, pero su peinado cuidado dista mucho del que imaginó la Inteligencia Artificial. Eso sí, algunas canas se intuyen ya en el pelo de su barba, pues el paso del tiempo no perdona.
Victoria Beckham, infeliz en España
Más allá de la anécdota curiosa de la fotografía, el documental Beckham se centra en cómo el británico manejó su trayectoria deportiva a la vez que su vida familiar. Y, dentro de este último apartado, su mujer, Victoria, habla abiertamente sobre los problemas que tuvo viviendo en España mientras David jugaba en el Real Madrid.
La relación entre la exvocalista de las Spice Girls y España siempre fue de tiranteces. La famosa portada de la revista Vogue con la frase “España huele a ajo” le trajo problemas a Victoria desde el primer momento, aunque ella siempre ha negado haberla pronunciado. “Dijeron que odiaba España y que olía a ajo. Yo nunca dije eso. Sabían que no podía mudarme por el colegio de los niños. Todo lo que hacía lo inventaban o lo sacaban de contexto, pero el problema nunca fue España”, reclamó.
Ese fue el peor momento de la relación entre los dos famosos. Ni siquiera las dudas de Sir Alex Ferguson, uno de los padres deportivos de Beckham, generaron tanta crisis como la residencia de ambos en España. “David fue el único jugador que entrené que eligió ser famoso, que tuvo como misión ser conocido fuera del fútbol”, manifestó el entrenador en unas declaraciones que no coinciden con la versión de Beckham. “No quería que nada se interpusiera en el camino del fútbol, pero sabía que mi carrera iba a terminar en algún momento. Y quería tener una carrera después del fútbol y eso carcomía al entrenador, él simplemente quería que fuera el mejor futbolista posible y que me casara con una chica local que no fuera una superestrella”, respondió.