Carmen Otte, “muy jorobada”, da un paso al frente en su relación con Juan Ortega
La joven cardióloga, quien se siente humillada tras ser plantada por el torero el día de su boda, ha decidido sacar sus pertenencias del piso que compartían.
Carmen Otte está dispuesta a pasar página. Pese a que desde Vanitatis apuntaban a un acercamiento entre esta y el torero Juan Ortega, después de que este diese la espantada a apenas una hora de celebrarse su boda ante medio millar de invitados en la iglesia de Santiago de Jerez de la Frontera el pasado 2 de diciembre, la cardióloga no querría ni oír hablar de una posible reconciliación y habría decidido sacar sus pertenencias del piso que compartía con el diestro.
Según cuenta El Español, con información de fuentes cercanas a la pareja, Otte no querría volver a pisar esta vivienda en la que se encontraban de alquiler desde que hace tres años empezasen a convivir. Una casa que ahora mismo se encuentra vacía, ya que ella se sintió muy humillada por la espantada de su prometido después de una década de amor y se ha refugiado en el hogar de sus padres. Él, por su parte, ha sido visto por diferentes puntos de la geografía española, con gesto reflexivo, y, según cuenta, todavía enamorado de ella.
Sin embargo, la reconciliación sería del todo imposible, ya que la gota que ha colmado el vaso para Otte ha sido ver a su padre perseguido por la prensa para responder a las preguntas que le señalan como culpable de la huida del que iba a ser su yerno tras una discusión en la que le habría afeado que tardase tanto en pedirle matrimonio a su hija. Otte considera que su padre no debe ser acosado como si fuese famoso, ya que es una persona anónima y quiere seguir siéndolo. Además, según la periodista Paloma García Pelayo, la familia no vería ya con buenos ojos que la otrora pareja retomase la relación.
Acciones legales
En un momento complicado para la joven cardióloga, en el que se encuentra “muy jorobada” por todo lo sucedido y también por ser la comidilla del momento, esta se estaría planteando emprender acciones legales, ya que querría proteger su intimidad y la de su familia ante todo. Para ello, se habría puesto en contacto con una amiga abogada, quien podría encargarse de este asunto.
De esta forma, con mudanza incluida, Otte intenta coger las riendas de su vida y empezar de nuevo. Por su parte, Ortega está centrado, de momento, en su regreso a los ruedos. Su reaparición, en la que no hará declaraciones al respecto de lo ocurrido, se espera para febrero del año que viene en la Feria de San Blas y la Candelaria de Valdemorillo.