‘Canallas’, una peli necesaria

La risa es necesaria para vivir. La carcajada a mandíbula batiente es una terapia que hay que practicar con cierta frecuencia para sobrellevar el devenir cotidiano. Por ello, hay que prescribir buenas comedias que te hagan reír a carcajada limpia o que te mantengan la sonrisa durante lo que dura un partido de fútbol con el descanso incluido. Y si al salir del cine vas por la M-40 con una sensación de satisfacción y alegría por la película que acabas de ver, significa que nos encontramos ante una comedia formidable.

Ahora, que nos cuesta tanto dejar el sofá de casa para ir al cine. Ahora, que con motivo del confinamiento no se nos quita de encima el síndrome de la cabaña ese, que se nos ha sumado a nuestra repleta mochila emocional, y nos cuesta tanto hacer algo que tanto nos gustaba desde que íbamos a la sesión doble en el cine San Ignacio. Ahora, es el momento de encontrar una motivación para volver a disfrutar de la pantalla grande. Porque eso de las series de Netflix y Amazon Prime y Apple Tv y Filmin y todas las plataformas de streaming que vemos y pagamos está muy bien, pero no hay nada comparable a ver una peli en el cine.

Dani Guzmán ha dirigido un peliculón, una de esas comedias que te hacen reír y sonreír, a carcajadas y con el alma, mientras la ves y cuando terminas de verla. ‘Canallas’ se llama esa peli que te debe hacer dejar el sofá de casa unas horitas para volver al cine, a recordar cuando ponían las letras y la musiquita de ‘Movirecords’ y salía lo de ‘Visite nuestro bar’.

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‘Canallas’ destila el humor de la vida misma, en la que nos reímos de nosotros mismos y de los demás todo el rato. Y cuando nos juntamos con nuestros amigos de siempre nos reímos unos de otros, nos reímos con solo mirarnos. Así se ríen Joaquín, Luismi y el Brujo, cuando se juntan ahora casi cincuentones, como lo hacían en la adolescencia. La vida les ha convertido en supervivientes, como a todos. Y la visión del Dani Guzmán director, forjada en sesiones dobles en el cine San Ignacio, el ‘Sani’, les retrata en un crisol con momentos de pelis de Bud Spencer y Terence Hill, evocaciones de todo a cien del mítico Bruce Lee, recuerdos de “Todo er mundo es bueno” y “Todo er mundo es mejor” de Summers con los personajes con acondroplasia que ejercen de cobradores de morosos. Todo tamizado con pinceladas de guion propias de Rafael Azcona y detalles del cine kinki, que tanto gustó también en la pantalla del ‘Sani’.

Personas anónimas

Trabajar con personas de la calle, con amigos y conocidos que no son actores y dirigirlos de tal manera que parezcan actores es una empresa harto complicada. Dani Guzmán lo consigue con todos los personajes que no eran actores ni actrices antes de rodar ‘Canallas’. El personaje o la persona de Esther, la madre de Joaquín, vertebra la locura y la aparición de Jacinto, su ligue en el baile, eleva la trama y la enriquece con su hablar cheli que convierte la peli en una comedia madrileña eterna, en su versión neorrealista del siglo XXI.

De ‘Canallas’ gusta todo. Desde el montaje (en siete años le ha dado tiempo a Dani de montarla a su gusto), hasta los diálogos en los que los gags se suceden con la naturalidad con que vacilas en la realidad, pasando por la música. Arrancar en los 80 con los pegadizos acordes de ‘Pobre diablo’ de Julio Iglesias en el coche del Joaquín adolescente, sigue con Los Pecos en el coche del Joaquín adulto, y continúa con los Barón Rojo en casa del entrañable Jacinto. El remate final de Leño deja la película tan arriba que te dan ganas de volver a verla para apreciar todos los matices que subyacen de crítica social en el fondo de las carcajadas que provoca.

Luis Tosar

El empaque y las cejas de Luis Tosar llenan la pantalla y Dani Guzmán está casi tan bien de actor como de director. Hay veces que la risa es amarga, otros días la risa es cruel. Y hay días en que el humor es negro. Hay días que sí. Y hay días que no. Por ser de barrio no es sencillo hacer películas de barrio. Y lo que es muy difícil es hacer una comedia porque hacer reír es más difícil que hacer llorar. ‘Canallas’ es una maravilla.

Pues venga. ¡Dale! Sacúdete la pereza y sal de la zona de confort de tu sofá y vuelve a ver una peli en pantalla grande. ¡Vamos! Ve al cine a ver ‘Canallas’ ya mismo. Y luego la verás repetida dentro de unos meses cuando la pongan en Movistar Plus+. Es una peli necesaria. Para reír. Y para vivir.