Camila Giorgi: “La gente habla sin conocernos, sin saber”

Camila Giorgi, a sus 31 años, no se plantea todavía la retirada, pero se reafirma en que su futuro en el tenis solo lo decide ella. “Siempre hablamos de mi padre, dicen que me controla, que es un déspota. Falso. A él le dedico todos los éxitos, siempre me ha formado, creyó en mí desde el principio: le debo todo. Pero no es cierto que me pida jugar hasta los 40: no tengo restricciones, siempre tengo la última palabra”, cuenta en una entrevista al Corriere della Sera.

“Somos una familia muy unida. Tenemos una comprensión única, comunicación continua. Mamá, que no está interesada en los deportes, es nuestro lado artístico: la marca Giomila ahora está bien establecida, hoy ella diseña los vestidos solo para mí. Siempre hablamos de mi padre, pero ella también es importante”, agrega.

Sus padres, tan fundamentales en la carrera de la tenista, que llegó a cuartos de final de Wimbledon, le han dado una educación en la que han primado la vida fuera del tenis. “No recuerdo nada de mis partidos: en cuanto termino, lo quito todo. Mis padres me enseñaron que la vida es mucho más que tenis”, relata.

Sobre su futuro, la deportista lo tiene muy claro: “Tengo muchos proyectos, para construir poco a poco. Me gusta escribir como hobby: una novela infantil es uno de mis sueños. No tengo prisa, jugaré al tenis mientras me apetezca. Luego me veo en el campo con los más pequeños y las personas con discapacidad. Un día me gustaría dedicarme sobre todo a esto”.

Su relación con las redes sociales y los ‘haters’

Camila Giorgi usa mucho las redes sociales, donde cuenta con unos 700.000 seguidores. Suele recibir críticas por el tipo de imágenes que publica, en lencería, con minivestidos…, pero a ella no le afectan los comentarios.

“Mi vida no es solo deporte. Hay otros canales para seguir los resultados del torneo. En las redes sociales quiero compartir otras cosas sobre mí. Mi feminidad, mi ser mujer, hasta una blusa que me gusta, si me gusta. No la vida privada: eso es solo mío. Me considero una persona introvertida, pero son solo fotos”.

Un tema que hila con las críticas que recibe Berrettini por su relación con Melissa Satta. “¿Cómo puedes criticar a una persona que no conoces y que quizá se ha tomado un tiempo para sí mismo como Matteo? Si no me gusta alguien, me mantengo a kilómetros de distancia, pero cualquiera y cualquier cosa se pueden ocultar detrás de un teclado”, apunta. “Vivimos en un mundo así: todo se hace de forma anónima, en secreto, es degradante. Hay tanta envidia alrededor, la gente habla sin conocernos y sin saber. Pero nada cambia para mí. Soy impermeable a las críticas, muy fría”, añade.