CINE

Brendan Fraser, al borde de la muerte por asfixia en ‘La Momia’

El actor se desmayó en pleno rodaje después de quedarse de puntillas y “con la soga al cuello”: “Había grava en mis dientes y todos estaban callados”.

Este año, el actor Brendan Fraser estuvo nominado en los Globos de Oro, pero no asistió. Este es el motivo por el que nunca acude a esta gala.
AUDE GUERRUCCI
Adrián Córdoba
Nació en Madrid en 1998. Graduado en Periodismo (UCM) y Máster en Periodismo y Retransmisiones Deportivas. Llegó al Diario AS en 2020 y ha pasado por las secciones de baloncesto y actualidad, ahora en Tikitakas. Amante del cine, la música, pero sobre todo el baloncesto.
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Brendan Fraser es uno de los nombres propios de los últimos meses. Después de un periplo lejos de los sets de rodaje, el estadounidense ha vuelto a lo grande, con un proyecto como ‘La ballena’, donde interpreta a Charlie, un profesor de literatura que padece obesidad mórbida, y que le ha catapultado a lo más alto de Hollywood, incluso con una nominación al Oscar a Mejor Actor.

Su figura se ha engrandecido, y su nueva interpretación así le avala, y ello ha provocado que sea el protagonista de multitud de entrevistas, como la que ha concedido al programa ‘The Kelly Clarkson Show’, donde no solo ha hablado de su reciente filme, sino que también ha hablado de papeles pasados, como el de Rick O’Connell en ‘La Momia’, donde estuvo a punto de fallecer por asfixia.

El actor ha confesado que todo ocurrió en una escena en la que éste estaba con una soga al cuello: “Estaba de puntillas con la soga al cuello y el director [Stephen Sommer] vino atropellado y me dijo: ‘Hey, no parece que realmente te estés asfixiando’. A lo que respondí: ‘De acuerdo, bien’. Así que pensé: ‘Una toma más, hombre’”.

Acabó desmayándose

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Fraser se pronunciaba de este momento entre risas, pero lo cierto es que no lo pasó muy bien en el rodaje: “El tipo que sostenía la soga encima de mí empujó un poco más alto y yo estaba sobre los dedos de mis pies”, y es que llegó a perder el conocimiento: “Mi codo estaba en mi oído, el mundo estaba de lado. Había grava en mis dientes y todos estaban muy callados”.

Fue entonces cuando el especialista de la cinta le incluyó en el club de los actores que se habían desmayado en un set de rodaje: “Felicidades, estás en el club. A Mel Gibson le pasó lo mismo en ‘Braveheart’

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