GASTRONOMÍA
Bareto, la neotaberna de moda que nos traslada al Madrid más castizo
El nuevo proyecto del Grupo Barbillón recupera la esencia de las cervecerías madrileñas
Bareto es la nueva imagen de la mítica cervecería de Correos situada a la altura del número cincuenta y cinco de la calle Alcalá. Una ubicación privilegiada, junto a la Plaza de Cibeles y a orillas de la Puerta de Alcalá, dentro del Paisaje de la Luz, recientemente nombrado Patrimonio Mundial de la Unesco. Un nuevo local, que abrió sus puertas a principios de este año, para recuperar ese entrañable espíritu tabernero de las cervecerías madrileñas, donde los buenos momentos están siempre acompañados de una propuesta gastronómica apetecible e informal, que resulta ideal para compartir a cualquier hora del día.
Sus artífices, los imparables hermanos Sánchez de Amo, fundadores del famoso Grupo Barbillón y el conocido empresario hostelero Nacho Horcajada, han perfilado un encantador espacio donde el disfrute está siempre garantizado. Un magnífico punto de encuentro de turistas y madrileños, donde disfrutar de cañas, vinos y vermús, acompañados de apetecibles bocados tan castizos como los torreznos, las bravas o el famoso montadito de calamares.
Nada más llegar a Bareto, nos recibe una llamativa barra de mármol que cobra un protagonismo indiscutible en el local y que se complementa con una encantadora terraza que siempre hace gala de un animado ambiente. Una tasca como las de antaño adaptada a los nuevos tiempos. Un novedoso concepto con el que el afamado Grupo Barbillón aterriza en la capital para hacernos partícipes de la magia de Madrid. Con un cuidado proyecto de decoración, firmado por la prestigiosa interiorista Alejandra Pombo, donde han recuperado materiales como los azulejos vidriados, el acero inoxidable y la clásica barra en forma de “U”, en Bareto nos embriaga esa agradable sencillez y el gusto por “las cosas de toda la vida que son las que funcionan”. Un espacio versátil y sin pretensiones, que cuenta con pantallas para disfrutar esos divertidos partidos de futbol que siempre se disfrutan más en un bar.
En nuestra visita a Bareto, comenzamos saboreando unas riquísimas gildas que compartieron protagonismo con una delicada y deliciosa ensaladilla rusa con ventresca. Continuamos con unas originales croquetas de huevo y cecina que son una magnífica explosión de sabor en boca. Atrevidas, intensas y sabrosas, dieron paso a unas fantásticas zamburiñas a la brasa.
En Bareto, no pueden faltar sus famosos torreznos. Una versión diferente. Muy finitos y coronados con escamas de sal, se disfrutan plenamente acompañados de un poco de pan. También probamos el espectacular montadito de chipirones. La versión de Bareto del castizo bocadillo de calamares que preparan con pan de cristal y nos conquistó desde el primer mordisco. Súper recomendable. Terminamos con los flamenquines de cecina, cheddar y vaca vieja. Un plato visualmente muy atractivo que conquista el paladar con su rotundo sabor.
De postre, nos dejamos seducir por la delicada tarta árabe. Una delicia en toda regla que nos pareció, sin duda, el broche final perfecto. Bareto es ajetreo y diversión. El nuevo lugar de encuentro de la capital que se adapta a cada momento. Informal, agradable y acogedor... en Bareto las cañas y las bravas, siempre saben mejor.
BARETO
Dirección: Calle Alcalá, 55, Madrid.
Teléfono: 91 297 71 41
Web: www.baretomadrid.com
Precio medio: entre 15€ y 25€