Así se asusta a los niños en cada país: del ‘Hombre del Saco’ en España a ‘La Llorona’ en México
A lo largo y ancho del planeta, diferentes figuras y mitos son usados para dar miedo a los más inocentes y pequeños de la casa.
“Duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco y te comerá”. ¿A quién no le cantaron de pequeño esta canción valiéndose de su inocencia para meterle miedo y obligarle así a cerrar los ojos y descansar?
Los niños son muy ingenuos en su tierna infancia, cuando están descubriendo el mundo. Creen en la magia, las leyendas… Son carne de cañón para las bromas de los adultos de la casa, entre y también para los sustos.
Hombre del Saco
El Hombre del Saco es la figura del asustador por excelencia dentro del folclore español. También conocido como “viejo del saco” y “hombre de la bolsa”, la imagen con la que se le suele representar es la de un hombre que vaga por las calles en busca de niños al anochecer para llevárselos dentro un saco. Un personaje al que recurren los padres para dar miedo a los niños y que vuelvan pronto a casa o se porten bien.
Poco más se sabe al respecto y todo lo que viene después es ya fruto de la imaginación de los más pequeños de la casa, que completan la secuencia en su mente y lo que les evoca esta historia, en la que les separan de sus figuras de apego, no es nada bueno.
La Llorona
En América Latina, desde México, emerge para el resto del mundo hispanohablante La Llorona, un personaje propio del folclore local en forma de fantasma de una mujer que ahogó a sus hijos y, una vez arrepentida, los busca también por las noches, como el Hombre del Saco, por los pueblos y ciudades.
Lo que asusta de ella, como su nombre indica, es su llanto cuando los pequeños se encuentran con ella vagabundeando por las calles.
En diferentes versiones y con modificaciones varias, este personaje se ha trasladado a más países de su entorno.
Boggart
El boggart quizá nos suene por las películas de la saga del famoso mago infantil Harry Potter. Se trata de un pequeño duende, propio de la tradición escocesa, de origen celta-anglosajón, del que tiran los adultos para asustar a los más pequeños por esas latitudes.
Suelen representarse con rasgos de humanos y de tamaño pequeño, y se trataría de la encarnación de espíritus que han sido maltratados y se vuelven malos para vengarse, causando líos y problemas en la casas donde se esconden. Y desde donde salen por las noches a hacer travesuras.
El duque de Alba
En España nos puede parecer muy curiosa la nomenclatura usada para la figura del asustaniños en los Países Bajos. Y es que en la tierra de los tulipanes a este se le conoce como el duque de Alba. Y no, no nos referimos en concreto al primogénito de la famosa y malograda Cayetana Fitz James-Stuart, sino aristócrata que capitaneó algunas de las batallas vividas por los Tercios de Flandes, que marcaron una época.
El Coco
Posiblemente, la figura más transversal de todas aquellas que se usan a lo largo y ancho del planeta para asustar a los niños sea la del Coco, quien aparece mucho en las canciones de cuna como amenaza para que los pequeños se rindan al sueño.
El origen de este se remonta al siglo XVII, cuando apareció en la obra dramática Auto de los desposorios de la Virgen, de Juan Caxés.