Así fue el alegato de Daniel Sancho: “Estoy seguro de que el juez ha visto que la policía ha mentido”
El hijo de Rodolfo Sancho trato de conmover al tribunal de Tailandia que le juzga por la muerte de Edwin Arrieta e incluso rompió en lágrimas.
El juicio de Daniel Sancho ha quedado ya visto para sentencia, cuya lectura se llevará a cabo el próximo 29 de agosto, casi un año después de que el hijo del popular actor Rodolfo Sancho confesase haber matado y descuartizado al cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta en Tailandia.
En su alegato final, Daniel Sancho trató de conmover al tribunal para evitar la condena que la Fiscalía pide para él: la pena de muerte, por considerarle autor de un asesinato con premeditación. Precisamente, esta premeditación ha sido la piedra angular durante todo el juicio y será la clave para determinar su futuro, ya que de ello depende que se le aplique la pena capital o que se considere que la muerte fue un accidente (una defensa propia, ya que el chef dice que se defendía de un intento de violación por parte del médico) y pueda estar pronto cumpliendo la condena que se le imponga en una cárcel española.
“Siento que se haya perdido una vida y que unos padres hayan perdido un hijo. Siento que su familia no haya podido enterrarlo en condiciones. Siento lo que hice después de la muerte”, aseguró Sancho ante el juez en la última sesión del juicio, que concluyó un día antes de lo previsto.
“Estoy seguro de que el juez ha visto que la Policía ha mentido en todos y cada uno de los documentos que presentaron en mi contra”, dijo, argumentando que “cambiaron” sus palabras en la confesión escrita.
Asimismo, en su alegato final, tras acceder el juez a su petición en este sentido, insistió en que había actuado en defensa propia y dijo que ayudará a la familia “en cuanto pueda” y que los compensará por “los daños morales del desmembramiento”.
La familia de Arrieta se ha personado en el juicio como coacusación a través de abogados tailandeses y con la presencia algunos días del letrado hispanocolombiano Juan Gonzalo Ospina, que testificó el pasado 24 de abril y puso de manifiesto la situación en la que han quedado tanto económica como anímicamente. El letrado explicó entonces que el sustento de la familia dependía de Arrieta y que los padres están “sufriendo depresión, ansiedad, pesadillas nocturnas y tomando tratamiento para superar[la muerte de su hijo]”.
“Soy inocente”
En línea con esta declaración, el acusado negó que hubiera planificado el asesinato de Arrieta, quien tras su muerte el 2 de agosto en Phangan (cercana a Samui), donde ambos habían quedado, fue descuartizado y sus restos esparcidos por varios lugares de la isla, incluido el mar.
“Soy inocente, la muerte de Edwin llega porque me atacó e intentó violarme. Intenté evitar la pelea”, dijo Sancho, quien añadió que la muerte se debió a un accidente durante el forcejeo.
El alegato del acusado, que realizó principalmente en español, aunque también en inglés y que duró unos 45 minutos, puso fin a un juicio oral que comenzó el pasado 9 de abril en el Tribunal Provincial de Samui y que se ha celebrado a puerta cerrada.
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