Así es la casa de estilo señorial de Carmen Borrego en Madrid

Si bien es cierto que Carmen Borrego siempre ha estado, casi podría decirse de nacimiento, afiliada a la primera línea mediática del corazón, desde el año pasado, especialmente tras el triste deceso de su madre, María Teresa Campos, bajo un primerísimo plano. Después de su paso por los Cayos Cochinos hondureños, amén de una participación en Supervivientes marcada por el sufrimiento, ahora afronta las críticas de su hijo, José María Almoguera, quien le acusa de su ruptura matrimonial.

El refugio ante este tornado se encuentra entre las cuatro paredes de su casa de Majadahonda, en Madrid, un inmueble de estilo señorial y clásico que rezuma tanta elegancia como personalidad. Han sido varias las ocasiones en las que la televisiva ha abierto la puerta a las cámaras —desde Ven a cenar conmigo hasta Mi casa es la tuya—, y en todas ha dejado que la tradición enamorase los ojos de los telespectadores.

Habitaciones donde los colores hablan desde el silencio

El salón mezcla sillas Luis XVI con muebles robustos y lámparas de araña de cristal, cuadros que se dejan ver entre estanterías colmadas de libros y bonitos objetos de porcelana y bronce. A pesar de la cantidad de elementos diferentes, reina la armonía gracias al efecto que hacen los tapizados y la iluminación natural. Un armario guarda la vajilla, otro está ornamentado con motivos florales.

En esta parte de la casa predomina el marrón, logrado con la madera, y el gris, pero introduce un bonito contraste gracias a la iluminación, rematando el carácter del espacio con el color negro de los muebles. Además, posee una zona luminosa con acceso a una terraza que no es cualquiera: un rincón acogedor con vistas al jardín y desde donde se puede otear el ocre atardecer que cae sobre Madrid.

Aunque el centro neurálgico de la casa sea el salón, la cocina es el lugar de donde proceden los latidos: Borrego es una gran aficionada a la gastronomía, así como a compartir lo culinario con todos sus invitados. Por ello cuenta la cocina, entera blanca salvo la encimera —color teja— y la nevera —gris de acero inoxidable—, con una isla en medio.

Su espacio más íntimo, el dormitorio, también de estilo clásico, recibe una curiosa inspiración asiática materializada en los cuadros que coronan la cama y sustituyen, al mismo tiempo, al cabecero. Una amplia ventana baña de luz el cuarto. La naturaleza, presente en detalles florales; las paredes, blancas.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.