Así es ‘Jarramplas’, la fiesta extremeña que mezcla tradición y adrenalina
Te contamos todo sobre Jarramplas, la fiesta de Interés Nacional en la que los nabos son los protagonistas que se celebra los días 19 y 20 de enero.
Los vecinos de la localidad cacereña de Piornal tienen el 19 y 20 de enero marcado en el calendario como una de las fechas más importantes del año. El pueblo más alto de Extremadura celebra cada año Jarramplas, una fiesta de Interés Turístico Nacional que reúne cada año a visitantes de todos los lugares del mundo para disfrutar de una de las celebraciones más curiosas del panorama nacional.
Qué es el Jarramplas y origen de la fiesta
La tradición y la adrenalina se entremezclan cada año en un pequeño pueblo para celebrar de nuevo una fiesta que en 2021 tuvo que suspenderse por la pandemia. Un total de 23.000 kilos de nabos llenan las calles de Piornal para ser lanzados sin piedad a los dos mayordomos que se visten de diablo este año. Julio Antonio Rubio Moreno y Ernesto Antonio Salgado recibirán una ‘lluvia de nabos’ de parte de vecinos y visitantes con la única protección de una coraza rudimentaria de unos 25 kilos, un traje de flecos de colores, protecciones para brazos y piernas y una máscara de madera con cuernos de demonio.
En lo que se refiere al origen, existen varias leyendas relacionadas con el comienzo de la fiesta más importante de Piornal. La más extendida, y que los vecinos de la localidad cacereña suelen refutar, es la de un ladrón de ganado que entraba a las cercas ajenas en busca de reses para su propio provecho. Una mala práctica que fue condenada por los habitantes de la localidad con su captura y consiguiente reprimenda por medio del lanzamiento de verduras, hortalizas y alguna que otra piedra.
Dos días de celebración y algunos rasguños
La fiesta está dividida en dos días en los que la adrenalina es una de las sensaciones más destacadas entre mayordomos y participantes. El día 19 se llevan a cabo dos salidas, una por la mañana y otra por la tarde. Aquí es cuando los Jarramplas comienzan a recibir las embestidas de miles de nabos lanzados por el resto de participantes.
El 20 de enero, se vuelve a repetir el proceso una vez terminada la procesión de honor a San Sebastián. Sin duda, uno de los momentos más icónicos de la fiesta, ya que cientos de personas esperan al ‘Jarramplas’ a la entrada de la iglesia entre cánticos tradicionales y dispuestos a lanzar nabos con todas sus fuerzas en cuanto se cierren las puertas del templo.
Consejos para disfrutar con seguridad de ‘Jarramplas’
En primer lugar, el Ayuntamiento de Piornal ha hecho un llamamiento a la responsabilidad individual durante todo el transcurso de la fiesta para intentar evitar el máximo de contagios por COVID. Además, desde la propia institución han querido desmentir las informaciones en las que aseguraban erróneamente que no permitirían la asistencia de turistas en 2022. Una vez confirmada la asistencia de toda aquella persona que quiera asistir, es recomendable conocer una serie de consejos previos para disfrutar al máximo de ‘Jarramplas’:
- No lanzar nabos desde una zona muy alejada para evitar que pueda golpear a cualquier persona. Lo mejor es acercarse de forma prudencial y lanzar con seguridad. El objetivo es ‘Jarramplas’, no el resto de participantes.
- Respetar las pausas de ‘Jarramplas’. No es recomendable lanzar nabos cuando el mayordomo está en uno de sus descansos, ya que podría causar daños importantes. Además, la reprimenda de los mayordomos si se lleva a cabo está asegurada.
- Llevar ropa cómoda (hay que correr), pero no descuidar el abrigo. Piornal es el pueblo más alto de Extremadura y las temperaturas suelen ser muy bajas, incluso en estas fechas suelen caer unos copos de nieve.
- Preguntar y dejarse aconsejar por los vecinos del pueblo en lo que se refiere a horarios, mejores posiciones para lanzar o lugares en los que no haya peligro.
Si se siguen todos estos consejos y no se olvida la mascarilla, Piornal se convierte en uno de los mejores lugares para disfrutar de una fiesta apasionante que engancha a propios y ajenos. Sin duda, una celebración más que recomendable para las personas que busquen esa codiciada mezcla entre adrenalina y tradición.